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El huevo fósil posee forma alargada, con ambas puntas agudas y sin patrón de manchas o inmaculado en la cáscara.

El huevo fósil posee forma alargada, con ambas puntas agudas y sin patrón de manchas o inmaculado en la cáscara. | Foto: @cultura_mx

Publicado 3 agosto 2023



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El fósil se encontró en perfecto estado de conservación, durante la construcción del Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”.

La Secretaria de Cultura de México informó del hallazgo de un huevo fósil de flamenco del periodo del Pleistoceno, el primero que se encuentra en América y segundo en el mundo.

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Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el fósil se encontró en perfecto estado de conservación durante la construcción del Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”, y data posiblemente de 12.000 y 8.000 años antes de nuestra era.

“El huevo fósil se halló en el sitio M-31 del yacimiento paleontológico, en la séptima capa estratigráfica de ocho identificadas, a aproximadamente 31 centímetros de profundidad, dentro de arcillas y lutitas con algunas raíces mineralizadas, sedimentos lacustres depositados en el paleolago de Xaltocan”, destacó el INAH.

Asimismo, informó que los flamencos fósiles en paleólogos continentales de América del Norte resultan evidentes, pues recientemente han sido halladas evidencias del flamenco americano en América del Sur, el Caribe, la península de Yucatán y el sur de Estados Unidos.

El Instituto describió que el huevo fósil mide 93.491 milímetros de largo y 55.791 de ancho; posee forma alargada, con ambas puntas agudas y sin patrón de manchas o inmaculado en la cáscara.

El INAH también describió que se distinguieron los huevos de diferentes grupos de aves, utilizando sus medidas: longitud y ancho máximo, así como la forma y el patrón de la cáscara, para establecer la procedencia del huevo.

En este sentido, el hallazgo da por sentado que los flamencos formaron parte de los paisajes lacustres del Centro de México, y que los lagos que conformaron la Cuenca de México presentaron una cantidad significativa de cambios, quizás por la influencia del ambiente con motivo de las glaciaciones y la acelerada actividad volcánica.

Los expertos del INAH opinan que esta investigación es el inicio para una serie de estudios más minuciosos, como la estructura y morfología del huevo, así como diversos análisis geoquímicos, de ADN antiguo y proteínas para precisar su relación con otras especies vivientes y extintas de flamencos.


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