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Los deslizamientos de tierra debido a la temporada monzónica en Bangladés amenazan la seguridad de más de 100.000 refugiados rohingyás desplazados, alertó un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicado este martes.
El documento resaltó que esos desplazados necesitan reubicación en nuevas áreas y destacó, además, que los campamentos de refugiados están congestionados, lo que provoca condiciones de vida en extremo duras sin espacio para los servicios.
La proximidad de la temporada monzónica incrementa el riesgo de inundaciones y deslizamientos, fenómenos que empeorarán las condiciones de vida de los refugiados, resaltó la ONU y agregó que la situación humanitaria grave puede convertirse en una catástrofe.
El representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Edouard Beigbeder, advirtió en un comunicado hace un mes sobre el mismo problema y dijo que la salud y seguridad de más de 520.000 niños rohingyás que viven en campamentos en Bangladés corren un riesgo aún mayor ante la próxima llegada del monzón.
Refugiados rohinyás compran zapatos en el campo de Balukhali, a la espera de la anunciada repatriación de Bangladés a Birmania #AFP pic.twitter.com/9IsYQVSO1V
— Agence France-Presse (@AFPespanol) 24 de enero de 2018
Beigbeder recalcó que el agua contaminada, el saneamiento inadecuado y las malas condiciones de higiene pueden provocar brotes de cólera y hepatitis E entre otras enfermedades.
>> Huracanes y monzones, nueva amenaza para refugiados rohingyas.
Unicef arrojó en un reciente informe que el 62 por ciento del agua extraída de los pozos en los campos de los refugiados rohingyás ubicados en Bangladés está contaminada con altos niveles de bacterias incluida la E. Coli.
A su vez, esta agencia de Naciones Unidas informó que el 58 por ciento de los desplazados son niños que viven en condiciones precarias y enfrentan una desesperada falta de agua, alimentos y problemas de salud.
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