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Los daños de los terremotos registrados en México en septiembre son evidentes para todos. De acuerdo con estimaciones del Gobierno de Enrique Peña Nieto, el saldo de la destrucción es de 2.116 millones de dólares, mientras que analistas independientes cifran las pérdidas en 4.000 y 8.000 millones de dólares. Auguran también un impacto en el crecimiento económico de la nación norteamericana.
Hasta el momento, según el Gobierno de Peña Nieto, unas 150.000 viviendas quedaron dañadas y 250.000 personas perdieron sus hogares, mientras que al menos 435 personas murieron.
¿De dónde saldrá el dinero?
Peña Nieto señaló que los 1.000 millones de dólares del Fondo Nacional de Desastres (Fonden) “no son infinitos, tienen una limitante”.
Por otro lado, el gobierno mexicano también cuenta con un “bono de catástrofe” en convenio con el Banco Mundial, que puede usar en caso de sufrir un terremoto de magnitud 8 o mayor.
"Creo que con lo que hoy tenemos, y la asistencia internacional, estamos en la capacidad de salir adelante", dijo Peña Nieto al ofrecer estas precisiones, sin embargo, advirtió que podría ser necesario que “se den reacomodos en la designación de gasto de recursos y estén reasignados a rubros y asignaturas que hoy demandan mayores recursos para la reconstrucción”.
Sobre sus efectos políticos
A unos 10 meses de las elecciones de 2018, los mexicanos han hecho sentir su rechazo hacia la cantidad de dinero previsto como gasto para la organización de las elecciones federales, que alcanzan los 1.029 millones de dólares.
Ante la ola de críticas, los partidos mexicanos activaron su “solidaridad” y comenzaron a anunciar “donaciones” de sus prerrogativas para apoyar a los damnificados.
Los dirigentes del frente conformado por el Partido Acción Nacional (PAN), Movimiento Ciudadano y El Partido de la Revolución Democrática (PRD) propusieron que el 100 por ciento del dinero presupuestado se destine en ayudar a las víctimas.
A la iniciativa se sumó el dirigente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, quién figura como favorito en las encuestas de intención de votos para las presidenciales. Pidió al Partido Encuentro Social (PRI) secundar la acción y este accedió a entregar el 25 por ciento del financiamiento anual.
Entretanto, negligencias del Estado mexicano se dejan ver en medio de la devastación. La comunidad organizada ha salido al frente ante denuncias como el desvío de donaciones humanitarias e irregularidades en la construcción de algunas infraestructuras.
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Lo que nunca fue saldado
El terremoto de 8.1 registrado el 19 de septiembre de 1985 dejó heridas que aún no han sanado.
En medio de la tragedia, las estimaciones de víctimas mortales y daños no correspondían a la realidad. Sin embargo, años más tardes las surge la cifra de 10.000 muertos, hasta 30.000 viviendas quedaron destruidas y 60.000 tuvieron que ser reparadas. Las pérdidas económicas fueron calculadas en más de 3.200 millones de dólares.
Entre las más perjudicadas por este terremoto del 85 están las costureras. Estas mujeres perdieron sus trabajos tras la destrucción de 800 talleres y desde entonces, mantuvieron una lucha por defender sus derechos como trabajadoras y aún denuncian el abandono el Estado al sector textil.
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