El presidente sudafricano Jacob Zuma declaró este miércoles ante la televisión estatal que no dimitirá a su cargo y que la exigencia de renuncia del Congreso Nacional Africano (CNA) es "injusta".
Zuma aseguró que "no hay nada que haya hecho mal", al tiempo que agregó que pensaba que el partido oficialista, organización de la que forma parte, está siendo sumido en una crisis que sus miembros lamentarían.
todo sigue en el aire, Zuma prometie dirigirse a la nación hoy para contar lo que no ha sido contado, consciente del daño que se causa al Congreso Nacional Africano, mientras la mesa del parlamento debate al anochecer si cabe tramitar una moción de censura mañana
— oskare (@oskarteleSUR) 14 de febrero de 2018
Según información local, Zuma ha insistido en las últimas horas en que el comité ejecutivo del partido no pudo demostrar ninguna acción negativa por su parte, así como aseguró que dirigirá un mensaje para "contar lo que no ha sido contado", aún consciente de que podría causar daño al CNA.
En una principio, el mandatario no tiene ninguna obligación constitucional a respetar la decisión del ANC, pero si se niega a acatar la orden de su partido, el CNA presentará una moción de censura ante el Parlamento para removerlo del poder, según anunció este martes.
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Según trascendió, Zuma alegó que "no creía que el comité ejecutivo tuviera el derecho" a exigir su renuncia de inmediato.
Por su parte, el secretario general del CNA, Ace Magashule, informó que el mandatario aceptó en principio de dimisión pero solo bajo la condición de que sea en un plazo próximo de tres a seis meses, algo que el partido rechazó.