Las autoridades de Indonesia estiman que más de mil de personas podrían haber quedado sepultadas entre los escombros en una zona residencial de Balaroa, en Palu, donde un terremoto y tsunami se registraron el pasado viernes.
Desde tempranas horas de la mañana, la comunidad, soldados, voluntarios y familiares buscaban entre la destrucción en la ciudad de Palu, donde se generó el desastre natural.
"Hay casas unas encima de las otras y los cuerpos en el fondo", dijo uno de los miembros de la organización Aksi Cepat Tanggap (ACT) en Palu, Ali Akbar.
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Debido a la devastación, las autoridades fijaron un plazo hasta este viernes para procurar encontrar supervivientes, pero las posibilidades de rescatar personas con vida son mínimas.
Además, explican las organizaciones de rescate, existen dificultades para determinar el lugar exacto donde se encuentran los cadáveres.