El barco humanitario "Lifeline" con más de 230 migrantes a bordo entró en el puerto de La Valeta, capital del país de Malta, tras una semana de espera en el mar Mediterráneo.
La nave, fletada por la ONG alemana, Mission Lifeline, aparcó en uno de los muelles de este puerto, donde tiene autorización para desembarcar a los más de 230 migrantes que estaban frente a las costas de Libia hace una semana.
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Posteriormente, algunas de estas personas harán ingreso a siete países europeos dispuestos a acogerlos, entre ellos, Italia, Francia, España, Portugal, Luxemburgo, Bélgica y Holanda.
Mientras otro grupo permanecerá residiendo en Malta. Serán acogidos solamente los que tengan derecho a solicitar asilo; el resto será repatriado.
En el muelle hay un importante dispositivo de seguridad y las autoridades maltesas podrán comenzar los controles médicos y las formalidades necesarias con los migrantes, que pasaron parte de la semana a bordo del "Lifeline" en deficientes condiciones sanitarias, según informaron.