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La Administración Federal de Ingresos Públicos de Argentina (AFIP) aumentó en un 5 por ciento el precio de la gasolina y el 4.5 por ciento al gasoil, pese a que el Gobierno había asegurado que congelaría las tarifas de los combustibles para el mes de mayo y junio.
Este el tercer aumento realizado desde el diciembre de 2017, y el segundo en menos de dos meses. Con este último el costo de la nafta alcanza los 27,83 pesos el litro (casi un dólar) siendo el tipo de combustible más costoso del país.
"A partir del día de mañana los precios finales de las naftas y gasoils aumentarán (...) dicho aumento incluye el traslado a precios del aumento del Impuesto a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono del 6,7 por ciento dispuesto por la AFIP", indica un comunicado emitido por el Ministerio de Energía del país.
El Ministerio de Energía argentino se encontraba negociando con las distribuidores de combustibles locales para acordar un aumento del 3 por ciento para el primero de julio, sin embargo este no pudo concretarse tras el reciente incremento del dólar y el precio del petróleo internacional, que es comercializado en esa misma moneda.
Asimismo, las empresas petroleras advirtieron que la devaluación del dólar y el retraso en el 30 por ciento de la producción de crudo importada seguirán generando más incrementos desmedidos y acelerados en los precios.
El Gobierno argentino logró congelar las tarifas del combustible por pocas semanas pero el alza del dólar aceleró los costos, sumado al aumento del crudo, por la baja de los precios en el mercado internacional siguen afectado la economía y los aumentos generales en Argentina desde 2015.
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