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Antes de lograr su escape definitivo lo intentaron tres veces, pero se arrepentían cuando otros niños más pequeños lloraban por miedo a ser encontrados.

Antes de lograr su escape definitivo lo intentaron tres veces, pero se arrepentían cuando otros niños más pequeños lloraban por miedo a ser encontrados. | Foto: Reuters

Publicado 6 abril 2016



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En los ocho meses de secuestro, el menor de edad pasó hambre, fue obligado a disparar una kalashnikov como entrenamiento para matar a su propio pueblo.

Ayman Sharaf Khaji, el niño yazidí de 11 de años de edad que estuvo confinado en un “campo infantil” del autodenominado Estado Islámico (Daesh en árabe), le contó a Sptunik News cómo logró escapar.

Desde el pasado tres de agosto de 2015, el niño y su familia fueron capturados al igual que miles de yazidís en la ciudad de Sinjar.

En el relato explicó que todos los hombres fueron esclavos y las mujeres fueron obligadas a convertirse en las concubinas de miembros del Daesh.

En esos ochos meses fueron entrenados para matar a su pueblo.

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El menor de edad logró escapar del “entrenamiento” de las posiciones de las milicias yazidíes. Posteriormente, fue llevado al campo de refugiados en Irak.

En la confesión grabada por un combatiente de la milicia, el niño dijo que “vivíamos en temor, hambre y violencia. Nos enseñaron a tirar con una kalashnikov y nos decían que tras la preparación, nos enviarían a Sinjar para que matemos a otros yazidíes. Nos llamaban kafires sin religión".

La banda armada también obligó a los niños a “leer el Corán, pero cuando dijeron que “no sabíamos leer”, lo encerraron a él y a otros cuatro niños en un estrecho armario sin luz. Los menores se asfixiaron sin aire.

El Daesh envió al niño a la cárcel de Badosh, la más grande de Irak después de Abu Gurayb. La prisión está llena de niños, mujeres y ancianos que pasan hambre.

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"Unas 34 personas tratamos de huir tres veces, pero siempre uno de los niños se echaba a llorar y nos devolvíamos por el temor de ser capturados. Por fin, logramos alcanzar los campos de trigo y ocultarnos por la noche, y al día siguiente nos dirigimos hacia las posiciones de las milicias yazidíes", concluyó Ayman.

Actualmente, Ayman Sharaf Khaji y su familia se encuentran en el campo de refugiados Sharya en el norte de Irak y esperan recibir refugio en Alemania.


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