Las autoridades han informado que aún no retirarán el estado de emergencia por la actividad volcánica.
El volcán Cumbre Vieja continúa dando signos de agotamiento y, tras ocho días de inactividad, la directora del Observatorio Geofísico Central del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Carmen López, afirmó que el final de la erupción puede ocurrir el próximo 25 de diciembre.
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Expertos del comité científico del Plan de Prevención del Riesgo Volcánico (Pevolca), encargado del monitoreo del evento, han declarado que los parámetros apuntan a la finalización de la erupción, exceptuando la deformación del terreno, pues se ha acercado a los centros emisores.
Pevolca ha detallado que el cese del proceso volcánico no significa, a corto plazo, la finalización del estado de emergencia, que se quedará por el momento en el nivel dos hasta que no exista riesgo alguno para que los vecinos afectados puedan regresar a sus hogares.
Imágenes tomadas hoy de los alrededores y el interior de uno de los cráteres del volcán #LaPalma / Images taken today of the surroundings and the interior of one of the craters of the volcano #LaPalma pic.twitter.com/Le529q4F3R
— INVOLCAN (@involcan) December 23, 2021
Por su parte, el Gobierno de Canarias indicó que las mediciones han vuelto a registrar en esta jornada una alta concentración de gases nocivos en la zona litoral sur de la colada, por lo que se prohibió el acceso a La Bombilla, “mientras que la entrada a Puerto Naos y El Remo ha estado condicionada a los regantes, con la advertencia de no entrar en zonas interiores”.
La erupción del volcán Cumbre Vieja, iniciada el pasado 19 de septiembre, rompió todos los récords respecto a volumen de ceniza, superficie y duración.
��Los días 24 y 25 de diciembre no habrá acompañamientos y solo podrán acceder aquellos trabajadores y regantes que no requieran de personal de compañía y hayan solicitado el código QR con antelación.
— Cabildo de La Palma (@CabLaPalma) December 23, 2021
En tres meses de actividad, el Cumbre Vieja destruyó cerca de 3.000 edificaciones, desplazó de sus hogares a más de 7.000 personas y ha provocado daños de cientos de miles de euros a la economía española por afectaciones en infraestructura, cultivos y de otros tipos.