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Frente a la versión ucraniana de que el avión Il-76 de las Fuerzas Aeroespaciales rusas transportaba misiles S-300, se sabe que transportaba a unos 65 prisioneros de guerra ucranianos.
El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, catalogó el jueves el derribo por parte de Kiev de un avión militar ruso en la provincia rusa de Bélgorod mientras trasladaba unos 65 prisioneros de guerra de las Fuerzas Armadas de Ucrania para un intercambio de cautivos como “un acto absolutamente monstruoso”.
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"El intercambio de prisioneros de guerra es un proceso que se realiza en completo silencio. El hecho de que los ucranianos mataran a sus prisioneros de guerra, a ciudadanos que debían estar en sus casas literalmente en un día, es, por supuesto, un acto absolutamente monstruoso", destacó.
El funcionario destacó que no podría determinarse si esto afectaría los intercambios de prisioneros; sobre todo ante la petición de una investigación internacional sobre el desastre hecha por el presidente ucraniano Vladímir Zelenski. “Si se refiere a una investigación internacional de las acciones criminales del régimen de Kiev, la necesitamos definitivamente”, ripostó.
Frente a la versión ucraniana de que el avión Il-76 de las Fuerzas Aeroespaciales rusas transportaba misiles S-300, se sabe que transportaba a unos 65 prisioneros de guerra de las Fuerzas Armadas de Ucrania, quienes eran acompañados por tres militares rusos y seis miembros de la tripulación de la aeronave. Todos fallecieron.
Un portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia declaró que, “el régimen de Kiev perpetró un acto terrorista” contra este avión de transporte militar ruso, pues la investigación arroja que los radares de las fuerzas coheteriles rusas detectaron el lanzamiento de dos misiles ucranianos " desde la zona de la localidad de Liptsy, en la provincia de Járkov”.
