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También se destaca que los palestinos de la Franja de Gaza representan ya hasta el 80% del total de personas que sufren de hambre en el mundo.
Más de la mitad de los gazatíes se encuentran al borde de la inanición, debido a la grave escasez de alimentos, y más de un millón de personas han perdido sus hogares, situación causada por el asedio israelí, según un informe conjunto del Banco Mundial (BM) y las Naciones Unidas (ONU) publicado este martes.
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"Se calcula que aproximadamente 1.7 millones de personas (el 75 por ciento de la población de Gaza) son desplazados internos. Muchos de ellos lo han sido varias veces y viven en condiciones que no cumplen con las necesidades humanas básicas", menciona el reporte.
También se destaca que los palestinos de la Franja de Gaza representan ya hasta el 80 por ciento del total de personas que sufren de hambre en el mundo. El conflicto en curso está generando graves consecuencias sociales y de salud mental, especialmente en mujeres y niños. En la actualidad, el 100 por ciento de los menores de edad, aproximadamente 625.000 niños, no tienen acceso a la educación.
Aunque todos los sectores de la economía han experimentado daños a una velocidad y escala sin precedentes, el sector de la vivienda ha sido el más afectado. Según la evaluación provisional, los daños directos a la infraestructura construida de la Franja de Gaza desde finales de enero de 2024 se estiman en alrededor de 18.500 millones de dólares. Esto representa aproximadamente el 97 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) total de Cisjordania y la Franja de Gaza en 2022, según destaca el análisis.
Desde que Israel inició su campaña militar masiva en Gaza, más de 31.000 personas han perdido la vida, de las cuales cerca del 70 por ciento son mujeres y niños. El sistema educativo de la Franja ha sido completamente destruido y la mayoría de las escuelas se utilizan como refugios.
La atención sanitaria se encuentra gravemente perturbada, con casi el 84 por ciento de los edificios de salud dañados. Además, los servicios médicos restantes carecen de acceso a medicamentos, ambulancias, procedimientos básicos para salvar vidas, electricidad y agua.
