Dos personas murieron en la provincia de Lorestán, en el sudoeste de Irán, durante las protestas violentas que han acontecido recientemente, en el país informó el vicegobernador de la provincia, Habibolá Joyastepur.
"Desgraciadamente dos ciudadanos de Dorud murieron en esos enfrentamientos (contra las autoridades)", añadió.
El vicegobernador no explicó las circunstancias de las muertes pero aseguró que las fuerzas de seguridad no habían disparado contra la muchedumbre.
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Desde el pasado 28 de diciembre varias ciudades de Irán han sido escenario de manifestaciones populares.
Por un lado, seguidores del presidente Hasán Rouhaní se han movilizado pacíficamente en apoyo al Gobierno, a la unidad del pueblo y al liderazgo del alto guía de la revolución islámica de Irán, Ayatola Jamenai.
En forma paralela también se han registrado protestas en Teherán contra las medidas económicas anunciadas. Sin embargo, estas han derivado en actos violentos y en sabotajes que han tenido como blanco bienes públicos y privados.
Por otra parte, los seguidores del presidente iraní rechazan la injerencia extranjera y las protestas violentas, porque sostienen que son orquestadas por Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita para desestabilizar al país y derrocar a la fuerza a su actual gobierno.
Fuentes gubernamentales y expertos políticos iraníes afirman que luego del fracaso de Arabia Saudita, Israel y Washington en dirigir un golpe militar contra Irán y socavar el acuerdo pacífico nuclear entre Teherán y el Grupo de los 5+1, así como después de fracasar en reducir su influencia en la región mediante su apoyo a Siria, Líbano y Palestina, decidieron golpear la estabilidad del país persa mediante la provocación de protestas populares.