Las autoridades norcoreanas monitorean los simulacros militares que desde este lunes Washington y Seúl llevan a cabo, e indicaron que están en alerta por cualquier posible ataque que se pueda presentar.
Por su parte, la embajada norcoreana manifestó que "nadie puede garantizar" que los simulacros de Washington y Seúl "no se conviertan en una guerra real".
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El embajador de Corea del Norte, Jin Jong-hyop, desde Rusia aseguró que su programa nuclear no se discutirá hasta que los Estados Unidos haya renunciado a sus provocaciones y que "mientras Norteamérica no renuncie a su política provocativa y a las amenazas nucleares contra nuestro país, bajo ningún concepto llevaremos a la mesa de negociaciones nuestros cohetes y nuestras armas atómicas".
En los ejercicios Ulchi Freedom Guardian (UFG), se estima que participen 50.000 soldados de Corea del Sur y 17.5000 estadounidenses.
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El Departamento de los Estados Unidos afirmó que estos ensayos militares tienen como objetivo "mejorar la preparación, proteger a la región y mantener la estabilidad en la península coreana".