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En México los bajos ingresos y los empleos informales que tiene la mayoría de la población son los principales obstáculos para que, de forma voluntaria o obligatoria, se incremente el monto de las contribuciones para las pensiones, así lo indicaron especialistas en el tema.
"No hay de dónde puedan ahorrar los trabajadores mexicanos. Los salarios que ganan no les alcanzan para cubrir lo más básico y eso es más grave que el envejecimiento de la población", opinó Berenice Ramírez, secretaria académica del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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El Gobierno ha informado que el actual sistema de ahorro para el retiro de los trabajadores en México asciende a 2,7 billones de pesos y equivale a 14 por ciento del Producto Interno Bruto (PBI). También ha señalado que existen 55 millones de cuentas individuales en las administradoras de fondos para el retiro (Afores).
La investigadora, aunque corroboró la veracidad de estas cifras, criticó que el Ejecutivo no informe que la tercera parte de las cuentas están paradas o inactivas ya que sólo unos 19 millones de trabajadores tienen un empleo formal para poder mantenerlas.
"Definitivamente. En la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, cuando a la gente se le pregunta por qué no ahorra, responde que no tiene dinero", señaló Enrique Díaz Infante, director del programa del sector de finanzas y seguridad social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, quien coincidió con Ramírez en que el principal obstáculo para incrementar las aportaciones para las pensiones, así como para ahorrar a nivel general son los bajos ingresos laborales.
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El empleo es el factor clave más descuidado
Díaz Infante precisó que los trabajadores que reciben un sueldo para pagar las pensiones solo representan la mitad de la población económicamente activa del país. Para él, esto se traduce en que primero se debe incrementar el empleo formal para luego poder garantizar que los ciudadanos cuenten con una pensión en su vejez.
Aunque indicó que era positiva y necesaria la propuesta de incrementar el monto de las aportaciones de las pensiones; resaltó que aún no queda claro quién asumirá ese costo: si los trabajadores, el gobierno o las empresas, las cuales ya aportan 5 de los 6 puntos porcentuales de las contribuciones obligatorias para las pensiones.
"Lo más viable es que el gobierno aumente su participación en las aportaciones, porque si se extrae de las empresas se agravará el problema de la informalidad y desincentivará el empleo", estimó.
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Ramírez, por su parte, ve un panorama más turbio frente a la ceguera del Gobierno federal, que ni siquiera se plantea que el problema de fondo entorno a las pensiones es el fracaso del crecimiento económico, según señaló.
"El gobierno se da cuenta de que las pensiones son muy bajas y considera que la solución es incrementar las aportaciones, pero el problema es que no se plantea ni ha hecho nada por incrementar los salarios. Está preocupado porque se logre el crecimiento económico del país y la responsabilidad y fracaso de la Secretaría de Hacienda es no haber creado las condiciones que generen más empleos y mejores salarios", concluyó.
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