La consejera de Estado y titular de Exteriores de Myanmar, Aung San Suu Kyi, afirmó este jueves que su Gobierno no puede dar pronta solución al problema actual con los rohinyás ni resolver la violencia en el estado de Rakáin, pues ella apenas lleva un año y medio en el poder.
"Ese problema es uno de los retos más graves con que se enfrenta Birmania, pues la situación en Rakái ha estado complicada durante muchos decenios y sus raíces provienen de los tiempos de la colonia, no puede esperarse que el problema se resuelva en 18 meses", sostuvo la también galardonada con el Nobel de la paz, Suu Kyi.
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La canciller pidió que se frene la campaña de desinformación masiva, pues considera que esta podría "favorecer los intereses de los terroristas".
Asimismo, Suu Kyi explicó que están haciendo todo para mejorar las condiciones de vida de la minoría étnica rohinyás, pero no poseen suficientes recursos.
Además, la funcionaria declaró que las autoridades se ven en la necesidad de separar a los habitantes pacíficos de Rakáin de los separatistas radicales.
Según las cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y de la Agencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para Refugiados (Acnur), al menos unos 123.000 musulmanes huyeron de la violencia en Myanmar y se trasladaron hacia Bangladés desde el 25 de agosto.