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El G9 y sus grupos aliados han sido acusados por organizaciones de derechos humanos de perpetrar asesinatos, secuestros y ataques a la población civil, provocando el desplazamiento forzoso de miles de personas.

El G9 y sus grupos aliados han sido acusados por organizaciones de derechos humanos de perpetrar asesinatos, secuestros y ataques a la población civil, provocando el desplazamiento forzoso de miles de personas. | Foto: EFE

Publicado 14 noviembre 2023



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La organización criminal que comandaba Iskar Andrice controló durante años la comunidad de Belekou, en el barrio Cité Soleil, al norte de la capital haitiana.

El pastor haitiano Jean Enock Joseph confirmó este lunes el fallecimiento de un poderoso jefe de pandillas, Iskar Andrice, que controlaba una amplia zona al norte de Puerto Príncipe, capital de la nación caribeña.

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En mensaje difundido a través de la red social X, Joseph precisó que Andrice falleció a las 10H00 del domingo 12 de noviembre, cuando le faltaban tres días para cumplir 39 años. Añadió que le habían disparado desde el viernes, aunque se ignora cómo ocurrió.

También conocido como Iscar Andrice, por años dirigió una pandilla armada que controló la comunidad de Belekou, en el barrio Cité Soleil, considerado el vecindario pobre más grande de Haití.

En declaraciones a una radioemisora local, el exalcalde Esaïe Beauchard indicó que murió en ese sector. Lamentó que se hubiera dedicado a las actividades criminales, pues Andrice era una persona muy inteligente, dijo en alusión a su pasado como profesor de Matemáticas y Física.

Según reportes de prensa que citan un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la pandilla de Andrice se involucró en asesinatos, robos, extorsión, violaciones y secuestro de mercancías y camiones.

Andrice se unió a otro notorio líder de pandillas, el expolicía Jimmy Chérizier, conocido como Barbecue, y juntos crearon la que es considerada la pandilla más grande de Haití, autodenominada G9, que controla los accesos de Puerto Príncipe por el sur.

El G9 y sus grupos aliados han sido acusados por organizaciones de derechos humanos de perpetrar asesinatos, secuestros y ataques a la población civil, provocando el desplazamiento forzoso de miles de personas.

Además, se le considera autor del bloqueo a la distribución de combustibles que ocurrió en Haití en 2021 y 2022. Esta medida de fuerza provocó cierres de escuelas y hospitales, y en medio de la pandemia de Covid-19 condujo a la parálisis de la distribución de agua potable y la producción de oxígeno medicinal.

Según expertos, la muerte de Andrice podría recrudecer la ola de violencia en la capital haitiana si las bandas se enfrentan por dominar las zonas que antes él controló.


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