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El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, visitó este viernes un campamento de refugiados palestinos y un centro de atención social en el norte del Líbano, y demandó acciones internacionales "urgentes" para aliviar su situación.
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En medio de extremas medidas de seguridad, Ban recorrió el campamento de Nahr Al-Bared, acompañado del ministro libanés de Asuntos Sociales, Rashid Derbas, la coordinadora especial de la ONU para este país, Sigrid Kaag, y el embajador palestino aquí, Ashref Dabour.
Durante la visita, el jefe de la mayor organización mundial constató por medido de líderes de facciones palestinas y de directivos de la Agencia de la ONU para Atención a los Refugiados Palestinos (UNRWA) la realidad política, social y humanitaria de esas personas.
También vivió en persona la ejecución de proyectos constructivos y de desarrollo auspiciados por la UNRWA, pese de las limitaciones monetarias, producto del incumplimiento de países y organismos donantes, reseña Prensa Latina.
Asimismo, Ban y Derbas inauguraron un Centro de Desarrollo Social en la región de Al-Qobba, en la ciudad norteña portuaria de Trípoli, la segunda más importante del Líbano, y luego, inspeccionaron un complejo de escuelas en un campamento custodiados por la marina militar libanesa.
En contexto
Ban Ki-moon llegó el jueves a Beirut para una visita oficial de dos días, en la que aprovechó su primera jornada para dialogar con el primer ministro, Tammam Salam, el presidente del parlamento, Nabih Berri, y el ministro de Defensa, Samir Moqbel, entre otros dirigentes.
La situación que viven alrededor de 1,5 millones de refugiados sirios como consecuencia de la guerra en su país, y las condiciones de los más de 470 mil palestinos residentes en el Líbano, llamaron la atención del diplomático y se volvieron lo principal en su agenda.
Al respecto, reconoció el esfuerzo que realiza Beirut para acoger a un número de personas desplazadas que constituye casi una cuarta parte de su población (4,5 millones de libaneses), y se comprometió a gestionar ayudas financieras para hacer frente a esa crisis.
De hecho, los presidentes de los bancos Mundial y de Desarrollo Islámico, Jim Yong Kim y Ahmad Mohamed Alí Al-Madani, respectivamente, confirmaron la firma de acuerdos con el Líbano por valor general de unos 900 millones de dólares para ayudar a asistir a refugiados sirios en el país.
