La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, informó este miércoles el envío de un proyecto de ley que modifica el actual sistema privado de pensiones, ante el contundente rechazo de los chilenos que exigen No+AFP (Administraciones de Fondos de Pensiones).
A través de una cadena nacional, Bachelet reconoció "lo insuficiente" de las actuales jubilaciones y señaló que afectan principalmente a las mujeres y a la clase media.
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La mandataria aseguró que el Gobierno no puede "dar respuestas mágicas y los cambios deben ser graduales y viables".
La jefa de Estado detalló que este proyecto permitirá subir en promedio el 20 por ciento de las actuales pensiones de vejez entregadas por las AFP, también podrán aumentar aproximadamente un 50 por ciento las pensiones que tendrán los actuales cotizantes al momento de su jubilación.
Aseguró que "el objetivo es avanzar hacía un sistema provisional realmente mixto, donde los empleados y el Estado hagan la parte que les corresponde".
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Proyecto de ley
El proyecto establece un nuevo mecanismo de cotización del cinco por ciento con cargo al empleador, que será administrado por un ente público y autónomo, "con reglas estrictas y altas exigencias profesionales para que nadie ponga en duda su transparencia", durante un período de seis años.
Este cinco por ciento se dividirá en dos: el tres por ciento será dirigido a las cuentas personales de los trabajadores y será un monto heredable, mientras que el otro dos por ciento restante irá a un segundo ahorro colectivo.
Este monto se va a sumar al 10 por ciento que actualmente se destina desde los sueldos de los trabajadores a las AFP.
Bachelet agregó que implementarán incentivos para que el cobro de comisiones por parte de las administradoras sea proporcional a los beneficios que perciben los usuarios.
Desde hace varios años, los chilenos han protestado para exigirle al Gobierno la regulación o la eliminación de los fondos privados de pensiones, creados en 1980 en la dictadura de Augusto Pinochet.
Los manifestantes rechazaban la baja rentabilidad y los cobro excesivos en comisiones que realizan las AFP y aseguran que solo benefician a la banca y al sistema de capitales.