Presidente Abinader: frontera con Haití continuará cerrada

El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, anunció este domingo que se mantendrá cerrada la frontera con Haití, al tiempo que manifestó que está bajo control la situación en la línea divisoria y que no hay ninguna amenaza para el desarrollo de las actividades cotidianas de los dominicanos.

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En un mensaje a la nación, el mandatario afirmó que "la paz y la seguridad (...) están garantizadas". Señaló que este lunes viajará a la ciudad de Nueva York para los debates en la Asamblea General de las Naciones Unidas, ocasión que aprovechará para continuar sensibilizando a la comunidad internacional de auxiliar a la nación vecina. 

Explicó que en agosto de 2018, ciudadanos haitianos comenzaron a construir de manera unilateral, inconsulta e ilegal un canal de riego abastecido por aguas del río Masacre (o Dajabón), con el propósito de irrigar grandes plantaciones y vender agua a pequeños productores.

Refirió que la Cancillería dominicana exigió en mayo de 2021 paralizar la obra, lo cual ocurrió luego del magnicidio del expresidente Jovenel Moïse (julio de ese año), pero que su construcción se reinició semanas atrás, "promovida por los mismos agentes provocadores de siempre", dijo.

Advirtió que una obra de ese tipo puede llevar a "una escalada de construcciones que acabarían con el río", por lo cual su Gobierno tomó medidas para garantizar la seguridad, los cuidados al medioambiente, la producción agrícola y el respeto a los intereses y derechos de la población.

Detalló que se han tomado diversas medidas para forzar la paralización de la obra, como la suspensión de la entrega de visados, la prohibición de entrada al país de los promotores del proyecto, el cierre de las fronteras y el aumento de la presencia militar en la línea divisoria, entre otras.

Manifestó que ante esta grave situación, "hemos entendido la necesidad de dar una respuesta contundente en legítima defensa contra los grupos incontrolables que no obedecen al orden constitucional haitiano ni reconocen los acuerdos bilaterales que rigen las relaciones fronterizas entre ambas naciones", por lo cual las medidas adoptadas por su país se mantendrán el tiempo que sea necesario.

Si hay incontrolables en Haití, no serán incontrolables para los intereses del Gobierno dominicano, acotó, aunque dejó claro que su país no desea una confrontación y que ambos buscan vivir en paz.

Expuso que el pueblo haitiano sufre las consecuencias de la inestabilidad y la inseguridad generada por lo que denominó grupos insurgentes. Añadió que estos controlan gran parte del país, desconocen a su Gobierno y provocan una grave crisis institucional, lo cual redunda en una situación política y económica insostenible.

Subrayó que "el problema de Haití ya no está en Haití, está en manos de la comunidad internacional", y que "no hay solución dominicana al problema haitiano".