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Los ataques provocaron la huida de la localidad de miembros de la minoría cristiana, que en este país supone unos 2.6 millones de personas o el 1,27 por ciento de la población paquistaní.

Los ataques provocaron la huida de la localidad de miembros de la minoría cristiana, que en este país supone unos 2.6 millones de personas o el 1,27 por ciento de la población paquistaní. | Foto: EFE

Publicado 17 agosto 2023



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Más de 6.000 policías y tropas paramilitares se desplegaron para controlar la violencia mientras la comunidad cristiana denuncia ser víctima de ataques constantes.

Las autoridades de Pakistán iniciaron una investigación y arrestaron este jueves al menos a 146 personas en la provincia de Punjab (este) un día después de que un grupo de presuntos musulmanes incendió cinco iglesias y atacó docenas de casas pertenecientes a la comunidad cristiana local por acusaciones de "blasfemia".

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De acuerdo a la Policía de esa provincia, continúan con las operaciones para detener a otros involucrados todo ello un día después de que cientos de personas atacaran propiedades cristianas y lugares de culto en la ciudad de Jaranwala, en el distrito de Faisalabad, a unos 115 kilómetros al suroeste de la capital provincial, Lahore.

Según los medios locales y la propia Policía,  se descubrieron páginas rotas del Corán, con supuesto contenido blasfemo escrito en ellas, cerca del área de Isa Nagri (colonia cristiana) de Jaranwala, lo que desencadenó lo que han llamado "uno de los peores episodios de violencia" contra la comunidad minoritaria en los últimos años.

La Iglesia del Ejército de Salvación en Jaranwala fue una de las cinco iglesias destrozadas. Casas, negocios y cementerios pertenecientes a la comunidad cristiana también fueron atacados cuando la violencia se apoderó de la ciudad de 230.000 habitantes.

Autoridades locales confirmaron que se han desplegado miles de tropas policiales y paramilitares adicionales para controlar la violencia en esa nación del sur de Asia, que se enfrenta, además, a una crisis política y económica sin precedentes.

Los ataques provocaron la huida de la localidad de miembros de esta minoría, que en este país supone unos 2.6 millones de personas o el 1,27 por ciento de la población paquistaní, según el último censo.

La jerarquía de la iglesia paquistaní pidió una intervención inmediata a las autoridades para detener la violencia, mientras que la Policía registró un caso contra dos jóvenes cristianos por dañar el Corán e insultar al profeta Mahoma.

El delito de blasfemia fue establecido en la época colonial británica y endurecido por el dictador Mohamed Zia-ul-Haq en los años 1980. Conlleva la pena de muerte en Pakistán.

Entretanto, el ministro de Información de Punjab, Amir Mir, afirmó que una investigación inicial sobre la supuesta profanación del Corán reveló que el incidente fue una "conspiración bien pensada para inflamar los sentimientos públicos". No dio más detalles sobre sus afirmaciones.


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