Inician con retraso elecciones presidenciales en Congo-Kinshasa

Los congoleños (República Democrática del Congo, con capital en Kinshasa) comenzaron a votar el miércoles en unas elecciones legislativas decisivas para la conformación del próximo Gobierno en ese país africano, el segundo más grande del continente.

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Según las propias autoridades, las operaciones de votación comenzaron de forma desordenada en Goma, Bukavu, Beni, Lubumbashi y Tshikapa, con retrasos y fallos de funcionamiento más o menos importantes.

Los votantes esperaban retrasos, comunes en la República Democrática del Congo y que probablemente se verían agravados por las dificultades para transportar materiales electorales a zonas remotas.

En la propia Kinshasa donde se han registrado algunos de los retrasos más importantes.

El horario de atención previsto para la oficina era de 6H00 local (UTC) a 17H00 local. Pero dados los retrasos en la puesta en marcha, la votación probablemente se cerrará mucho más tarde.

Casi 44 millones de electores registrados, sobre un total de alrededor de 100 millones de habitantes, están llamados a elegir a su presidente, pero también a sus diputados nacionales y provinciales y, por primera vez, a sus concejales municipales. 

Otra novedad: los congoleños de la diáspora pueden votar en cinco países. Más de 100.000 candidatos compiten para las cuatro elecciones. El presidente de la Comisión Electoral (Céni), Denis Kadima, prometió "transparencia" del proceso, con un seguimiento "en tiempo real" de la recopilación de resultados.

Se han desplegado varias misiones de observación electoral. La de las iglesias católica y protestante, con 25.000 habitantes, es la más numerosa y sus opiniones y conclusiones tradicionalmente se siguen de cerca. Sus organizadores prometieron un “recuento paralelo” de las elecciones presidenciales.

El país ha sido sacudido durante casi 30 años por la violencia de grupos armados en el este, donde están desplegadas las fuerzas de paz de la ONU y la Comunidad de África Oriental (CAO).

La violencia en el este alcanza actualmente su punto máximo con el regreso al escenario de una antigua rebelión, el M23, apoyado por la vecina Ruanda y que se ha apoderado de gran parte de la región de Kivu del Norte.

El Gobierno del presidente Tshisekedi ha decidido no renovar más allá del 8 de diciembre el mandato de la fuerza EAC desplegada para luchar contra el M23.

Al mismo tiempo, la Misión de Paz de la ONU en la República Democrática del Congo (MONUSCO), presente en el país desde 1999, declaró el pasado miércoles que había firmado con el Gobierno un plan para retirar a sus 14.000 cascos azules desplegados en el país, principalmente en el Este.