Ecuador preocupado por ataque israelí contra campo de refugiados

El Ministerio de Exteriores del Ecuador divulgó el miércoles un comunicado en el que expresa su "profunda preocupación" por el bombardeo aéreo contra el campo de refugiados de Jabalia en la Franja de Gaza perpetrado por la aviación sionista en la jornada anterior, así como "sus condolencias a las familias de las víctimas civiles".

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"El Ecuador reconoce que Israel tiene derecho a proteger a sus ciudadanos y al mismo tiempo recuerda que el ejercicio de la legítima defensa debe hacerse siempre en pleno cumplimiento de las obligaciones del derecho internacional, en particular el derecho internacional en los derechos humanos y el derecho internacional humanitario", apuntó el texto.

La Cancillería reconoció asimismo que el país andino "considera necesario un alto al fuego humanitario inmediato, duradero y plenamente respetado" para facilitar el ingreso de ayuda humanitaria a la zona del conflicto.

"El Ecuador reafirma su compromiso de redoblar los esfuerzos necesarios que nos acerquen al logro de una solución justa, integral y duradera del conflicto entre Israel y Palestina, sobre la base de existencia de dos Estados: Palestina e Israel, dentro de las fronteras reconocidas de 1967", ahondó el documento.

El pasado martes las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacaron por primera vez el campo de refugiados de Jabalia, provocando el derrumbe de varios edificios y le costó la vida, según algunas cifras, de 50 a 100 personas, además de varios centenares de heridos. Un día después se produjo un nuevo bombardeo, causándole la muerte a decenas de civiles.

Según versiones del movimiento palestino Hamás, en los dos ataques israelíes contra Jabalia fueron asesinados, al menos, 195 palestinos, mientras unas 120 personas continúan  desaparecidas bajo los escombros y al menos 777 resultaron heridas.

La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos declaró el propio miércoles que los bombardeos de las FDI contra el campo de refugiados de Jabalia, en la Franja de Gaza, podrían considerarse como crímenes de guerra.