Las cifras de abril superan a las 66.573 muertes de marzo reflejando la virulencia de la segunda ola de la pandemia en Brasil.
Brasil sumó el viernes 2.595 fallecidos por la Covid-19 para totalizar más de 82.000 muertes en abril, siendo el mes más letal en el país suramericano desde el inicio de la pandemia.
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Datos del Ministerio de Salud, indican que a lo largo del pasado mes se contabilizaron 82.266 decesos por la Covid-19.
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— CONASS (@ConassOficial) April 30, 2021
Data: 30/04/2021, 18h
Casos
• 68.333 no último período.
• 14.659.011 acumulados.
Óbitos
• 2.595 no último período
• 403.781 óbitos acumulados.
Mais informações: https://t.co/ZjV7hqhXrq
Las cifras de abril superan a las de marzo (66.573 muertes ), y refleja la virulencia de la segunda ola de esta enfermedad que ya dejó 403.781 fallecidos por coronavirus.
En cuanto al número de casos nuevos, en el último período se registraron 68.333, totalizando 14.659.011 desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020.
Según la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) la curva de contagios y muertes ha mostrado señales de estabilidad. Sin embargo, se mantiene en niveles muy elevados rozando los 2.500 decesos diarios.
Brasil registra 401.186 mortes por coronavírus, com 14.590.678 casos confirmados de Covid-19 e 13.152.118 milhões de pessoas recuperadas https://t.co/IS8QkuAmag #coronavirus #COVID19
— CanalSaúde / Fiocruz (@CanalSaude) April 30, 2021
Fiocruz estima que de continuar esta tendencia, para el mes de julio la cifra de muertes podría llegar a las 600.000.
Brasil tardó cinco meses para pasar de 100.000 a 200.000 muertos (el 7 de enero); pero solo hicieron falta 77 días para llegar a los 300.000 (el 24 de marzo) y 37 días para alcanzar los 400.000.
Especialistas atribuyen el aumento de contagios y decesos a una combinación de factores, como la flexibilización del aislamiento social durante las fiestas de fin de año, las nuevas variantes de la Covid-19, la demora de la vacunación y la falta de una coordinación nacional de combate al virus.
Desde el primer caso de coronavirus identificado en Brasil en febrero de 2020, el presidente Bolsonaro se ha opuesto a las medidas de aislamiento social, rechazado el uso de mascarillas y la eficacia de las vacunas.