La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, publicó en su página web y en las redes sociales un texto en el que cuenta detalles de una conversación que mantuvo con el presidente electo Mauricio Macri en virtud de la discusión sobre el lugar en el que se haría la entrega de los atributos del Poder Ejecutivo.
Fernández denunció que fue maltratada verbalmente por parte de Mauricio Macri, quien le exigió en una llamada y en un elevado tono de voz “que debía entregarle el bastón y banda presidenciales en la Casa Rosada porque es ‘su ceremonia’ y que si no lo hacía de esa forma, la Corte Suprema de Justicia de la nación le iba a entregar los atributos porque ya lo había consultado”.
“¡La Corte Suprema de Justicia de La Nación! le iba a entregar los atributos, porque ya habían consultado. Debo confesar que me sorprendió la exaltada –eufemismo de gritos- verborragia de presidente electo. (...) A tal punto que en un momento tuve que recordarle que más allá de nuestras investiduras, el era un hombre y yo una mujer y que no corresponde que me tratara de esa forma.", contó Cristina.
La autoridad no se construye ni con colores, ni con imágenes y mucho menos gritándole a una mujer
"El presidente electo siguió gritando y diciendo que no es así, que lo tengo que esperar en la Casa Rosada después de que el jure y hable en el Congreso y allí entregarle el bastón y la banda. Traté de explicarle que después que el jure yo ya no soy más Presidenta y que por eso tengo que entregarle banda y bastón ni bien él termine de jurar en forma simultánea, y es ahí cuando me dice, muy enojado, que yo lo tengo que acompañar -y me vuelve a repetir- porque es “su ceremonia”.
Respecto a la exigencia de Macri, la presidenta respondió: uno, que no era “su” acompañante; dos, que el 10/12 no es su fiesta de cumpleaños sino el día que asume como Presidente de todos los argentinos en un sistema democrático al que hay que respetar y que su símbolo mayor es la Asamblea Legislativa donde jura como Presidente y donde quien termina su período le entrega el mando; y tres, que no tolerará el maltrato personal y público que viene dispensando desde el mismo día en que lo invitó a Olivos luego de felicitarlo por su triunfo.
La jefa de Estado enfatizó que “En cuanto a la autoridad de un gobierno o de un Presidente: No se construye ni con colores, ni con imágenes, y mucho menos gritándole a una mujer. Es algo más simple pero al mismo tiempo difícil. Gestión cotidiana y confianza de la sociedad de que no se va a gobernar en contra de ella”.
Debo confesar que me sorprendió la exaltada -eufemismo de gritos- verborragia del presidente electo. https://t.co/SkHrWTOrkJ
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina)
diciembre 6, 2015
Por qué el empeño de querer mostrar algo que no existe? Qué es lo que está pasando con algo tan simple como una trasmisión de mando?
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina)
diciembre 6, 2015
Macri y sus comentarios machistas
Mauricio Macri ha reconocido en varias oportunidades que proviene “de una familia machista”, por tanto considera que la mujer no debe cumplir ningún rol político en la sociedad.
En abril de 2014, Macri afirmó que "En el fondo, a todas las mujeres les gusta que les digan piropos. Aquellas que dicen que no, que me ofende no les creo nada. Porque no hay nada más lindo que te digan: 'Qué linda sos’".
Las 7 frases más polémicas de Mauricio Macri