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Los participantes en el encuentro coincidieron en la necesidad de atender el fenómeno migratorio desde una perspectiva de derechos humanos, considerando sus causas principales y dignificando a los migrantes.

Los participantes en el encuentro coincidieron en la necesidad de atender el fenómeno migratorio desde una perspectiva de derechos humanos, considerando sus causas principales y dignificando a los migrantes. | Foto: Presidencia de Cuba

Publicado 22 octubre 2023



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Mandatarios y altos representantes de 11 naciones coinciden que el fenómeno tiene causas estructurales y se refuerza por la aplicación de medidas coercitivas unilaterales.

Los países latinoamericanos participantes en la Cumbre de Palenque sobre emigración, realizada este domingo en el estado mexicano de Chiapas (suroeste), acordaron elaborar e implementar un plan de acción para el desarrollo que permita atender las causas estructurales de la emigración en la región.

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A la reunión asistieron mandatarios y altos representantes de Belice, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Panamá y Venezuela.

La secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, dio lectura al comunicado-declaración del denominado "Encuentro de Palenque: por una vecindad fraterna y con bienestar", el cual definió que las principales causas del creciente flujo migratorio irregular a que hace frente la región son de tipo estructural y de origen económico, político y social, a lo cual se agregan factores vinculados al cambio climático.

Los participantes valoraron que el actual éxodo también es provocado por factores externos, como las medidas restrictivas unilaterales, de naturaleza criminal, que son aplicadas por terceros países, las cuales afectan a comunidades enteras y en mayor medida a grupos poblacionales más vulnerables.

Además, advirtieron la necesidad de enfrentar la migración irregular desde una dimensión de derechos humanos (DD.HH.), que permita atender sus causas estructurales y regular los flujos migratorios de manera conjunta.

A la luz de este diagnóstico, los jefes de Estado y altos representantes de los 11 países acordaron elaborar un plan de acción para el desarrollo para atender las causas estructurales de la emigración irregular en la región, el cual se basará en objetivos prioritarios y entendiendo las realidades de cada país.

Como áreas prioritarias se definieron: producción de alimentos y recuperación del sector agrícola, preservación del medioambiente, generación de empleo, seguridad energética que comprendería la migración hacia energías limpias y los procesos de descarbonificación), autosuficiencia sanitaria, comercio e inversión intrarregional, y combate al crimen organizado, la corrupción y la trata de personas.

Los jefes de Estado y de Gobierno, así como altos representantes que asistieron a Chiapas, instaron a poner fin a las medidas coercitivas unilaterales y enfatizaron que son contrarias al derecho internacional.

El plan de acción incluyó el fomento al comercio intrarregional y con aranceles preferenciales de bienes y servicios básicos; la exhortación a que países de origen, tránsito y destino respeten el derecho a migrar, salvaguarden la vida de los migrantes y creen opciones de regularización, y un llamado a que los países de destino adopten políticas migratorias acordes a la realidad regional y abandonen políticas selectivas, como aquellas que permiten la regularización de ciertas nacionalidades.

Además, se instó a contribuir de manera decisiva al desarrollo sostenible de Haití, al restablecimiento de su entorno de seguridad humana y la normalización de su situación económica, política y social.

Otras acciones que conforman este plan consisten en proponer manera coordinada que se replantee la arquitectura financiera internacional de la deuda, de modo que los países de ingresos menores alcancen mayor nivel de desarrollo y reduzcan la intención de emigrar, y solicitar a los países de destino que amplíen las vías regulares, ordenadas y seguras para emigrar, con énfasis en la migración laboral.

Los participantes en la Cumbre de Palenque acordaron mantener diálogos al más alto nivel sobre estos asuntos a través de un grupo de trabajo que crearán las Cancillerías. Se dejó claro que estos acuerdos se vincularán con el Encuentro de Alto Nivel sobre Migración y Desarrollo en América Latina y el Caribe, propuesto por Colombia y México, el cual tendrá lugar en el primer trimestre de 2024.

Además, propusieron a los Gobiernos de Cuba y los Estados Unidos que en el menor tiempo posible sostengan un diálogo integral sobre sus relaciones bilaterales.

 

Al referirse a la reunión, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, recordó que el país ha enfrentado más de 930 medidas coercitivas unilaterales y que durante el "Encuentro de Palenque: por una vecindad fraterna y con bienestar" se exigió que EE.UU. y otras naciones les pongan fin.

Expresó que Venezuela respaldará totalmente el plan de acción aprobado. Destacó la unidad expresada por los participantes para adoptar un modelo de desarrollo y un camino propio que redunden en integración, como hubiese deseado El Libertador, Simón Bolívar.

 

Se reúnen Presidentes de Venezuela y Colombia

La Cumbre en Palenque también sirvió de marco para una reunión de trabajo entre los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y Colombia, Gustavo Petro.

Su encuentro fue parte de una agenda bilateral que se fortalece y que incluye el examen a asuntos migratorios y de otro carácter en la frontera binacional. 

Maduro Moros también sostuvo un encuentro con el primer ministro de Haití, Ariel Henry. Durante las últimas décadas la nación caribeña ha podido contar con el apoyo entusiasta de Venezuela para avanzar por la senda del desarrollo, gracias a la relaciones de hermandad, amistad y respeto mutuas, impulsadas por el comandante Hugo Chávez y ahora por el Presidente Obrero.


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