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Según lo que la tradición dice al mediodía del 24 de enero cientos de artesanos abren sus quioscos en La Paz, para vender miniaturas que representan lo que quieren las personas adquirir durante todo el año.
La Feria de la Alasita en La Paz, Bolivia, convocó este miércoles a miles de personas que adquieren en miniatura lo que desean tener en la realidad, a lo largo del año.
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Según lo que la tradición dice al mediodía del 24 de enero cientos de artesanos abren sus quioscos en La Paz para vender miniaturas de casas, vehículos, billetes, maletas, terrenos , títulos profesionales, los objetos pequeños representan lo que quieren tener durante todo el año.
La feria se localiza en el campo ferial del Parque Urbano Central (PUC) de La Paz, aunque es posible encontrar artesanos y vendedores con mercadillos en otras plazas de la ciudad.
Con mucha fe y alegría, hoy como cada año acudimos a nuestra tradicional Feria de Alasita en la Plaza Murillo de #LaPaz. Compartimos un grato momento con nuestras caseritas, compramos billetitos e hicimos sahumar nuestros productos en miniatura, siempre pidiendo mucha salud y… pic.twitter.com/zjBCuVJ3Ay
— Luis Alberto Arce Catacora (Lucho Arce) (@LuchoXBolivia) January 24, 2024
Una vez realizadas las compras, se llevan a las iglesias para hacerlas bendecir y también asisten a los "amautas" o sabios aimaras, que se colocan en los atrios de algunos de los templos católicos o en las plazas para el ritual de la "ch’alla" o consagración de estos objetos en miniatura.
Asimismo la tradición recoge que con sahumerios y "jallallas" o vivas los rezos de las personas son atendidos.
En este sentido los sahumerios se utilizan para clamar la «buena fortuna» para la persona que compró las miniaturas y que se juntan con la aspersión de alcohol, vino dulce, azúcar y pétalos de flores.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) nombró la Feria de la Alasita como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2017.
