El consejero de comunicación de la presidencia de Burundi, Willy Nyamitwe aseguró que el mandatario Pierre Nkurunziza se encuentra en estos momentos en la nación, aunque no se difundan aún mayores detalles por motivos de seguridad.
El vocero recordó que este jueves se produjeron fuertes conflictos entre tropas rivales del país, en su capital Buyumbura, después que un general iniciara un intento de golpe de Estado contra Nkurunziza, que dejo tres muertos.
Esta intentona golpista fue rechazada por el Consejo de Seguridad de la ONU, que exhortó a una rápida restauración del Estado de derecho en el país africano.
Mientras que Estados Unidos (EE.UU.) manifestó que reconoce a Nkurunziza como el "legítimo mandatario", a través de unas declaraciones del vocero del Departamento de Estado, Jeffrey Rathke, quien -a su vez- admitió que en Burundi existe una "competencia por ejercer la autoridad".
Nuevos intentos golpistas
Otro ataque se registró por parte de las tropas del general golpista Godefroid Niyombare, exjefe de los servicios de Inteligencia, quienes intentaron tomar el edificio de la Radio Televisión Nacional (RTNB), protegido por soldados leales al presidente, que lograron esta vez mantener el control de la estructura emblemática.
Estos enfrentamientos dejaron tres militares muertos, según reseñó un periodista, que vio los cadáveres a aproximadamente un kilómetro de la sede de la radio, sin poder precisar de qué bandos eran. Sin embargo, es la primera vez que se registran víctimas fatales, desde el comienzo del intento de golpe de Estado, el miércoles.
El director de la radio, Freddy Nzeyimana, dijo por la tarde que la emisora volvía a funcionar, tras haber dejado de emitir horas antes.
Después, Nzeyimana anunció que la situación de conflicto había sido controlada por los soldados leales.
La radio difundió un mensaje telefónico de Nkurunziza desde Tanzania, casi inaudible pero en el que se reconocía la voz del jefe de Estado.
Por otra parte, medios de comunicación independientes que transmitían mensajes golpistas, fueron atacados por simpatizantes del presidente.
Para la mañana del jueves, la calma parecía haberse instalado en la capital, epicentro de la peor crisis política desde que una guerra civil alimentada, entre otras razones, por diferencias étnicas terminó en el 2005. Algunos civiles andaban por la calle, patrulladas por policías y soldados.
"Condeno a ese grupo de conspiradores golpistas", dijo el presidente en un mensaje por radio. "Agradezco a los soldados que están restaurando el orden, y perdono a cualquier soldado que decida rendirse", agregó.
Je demande à tous les burundais de garder le calme face à l'imposture. La situation est sous contrôle et l'ordre constitutionnel sauvegardé.
— Pierre Nkurunziza (@PierreNkurunziz)
Mayo 14, 2015
El jefe del Ejército Niyongabo dijo en un comunicado divulgado por la radio estatal antes de que de estallaran enfrentamientos alrededor de la estación que "el intento de golpe de Estado fracasó, las fuerzas leales siguen controlando todos los puntos estratégicos".
Nkurunziza estaba en la vecina Tanzania cuando se dio a conocer el intento de golpe y permaneció allí en una ubicación secreta de Dar es Salaam, indicaron oficiales tanzanos.
Contexto:
El pasado 6 de mayo, el Tribunal Constitucional de Burundi autorizó la candidatura del presidente Nkurunziza, para las elecciones del 26 de junio próximo, pese a las violentas protestas que ha generado la decisión del mandatario de aspirar a una tercera etapa al frente de la nación africana.
La candidatura provocó temor entre grandes sectores de la población, quienes temen la repetición de conflictos anteriores como la guerra civil ocurrida de 1993 a 2005, que enfrentó a los dos principales grupos étnicos del país -hutus y tutsis- y causó la muerte de más de 300 mil ciudadanos.
Algunos sectores de la población no quieren que Nkurunziza siga en el poder y basan su reclamo en el artículo 99 de la Constitución que reza: “El presidente de la República es elegido por sufragio universal y directo para un mandato de cinco años renovable una vez”. Además, se apegan al Acuerdo de paz de Arusha (2005), que puso fin a la guerra civil que dejó más de 300 mil muertos, y que prohibe a los gobernantes permanecer en el poder por más de dos mandatos.
Por su parte el Jefe del Estado Mayor del Ejército, Prime Niyongab, reconoció que el golpe de Estado contra Nkurunziza fracasó, debido a que las fuerzas leales al Gobierno controlan todos los "puntos estratégicos" del país.
Previo al anuncio de Niyongab la capital de Burundi, Buyumbura fue escenario de enfrentamientos entre militares leales al presidente y un grupo de efectivos que participó en el fallido golpe de Estado. Fuentes militares y testigos citados por AFP relataron que hubo disparos de lanzacohetes y ametralladoras cerca del edificio de la radiotelevisión nacional RTNB.
En Video: Mandatario de Burundi pidió calma y dijo que todo estaba bajo control