La obra de Tessa Farmer podría resultar excéntrica para muchos pero construir esculturas con restos de animales muertos, piel, espinas e insectos disecados entre otros materiales es un placer para esta artista.
El mundo en miniatura construido por Farmer es un escape para la creadora quien afirma que comenzó a elaborar las mini esculturas para superar su profunda depresión.
Farmer vive y trabaja en Londres, Reino Unido. Ha recibido premios como el Vivien Leigh y una beca de la Real Sociedad de Escultores Británicos.
Las exhibiciones recientes fueron "Visitantes no bienvenidos" (Unwelcome Visitors) en el Museo The Holburne, "La naturaleza de una bestia" (The nature of a beast) en la Galería Walsall del nuevo arte, "Victoriana" en la Galería de Arte Guildhall, estas tres en Londres y "La reina roja" (The red queen) en el Museo del Viejo y Nuevo Arte (MONA) en Tasmania, Australia.