Un equipo multidisciplinar de la Universidad de Valencia (UV) y de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) descubrió el gran friso de estuco decorado con relieves en el yacimiento arqueológico de La Blanca, en Guatemala, un pequeño asentamiento maya ubicado en el sureste de la región de Petén.
Gaspar Muñoz y Cristina Vidal, profesores encargados de dirigir las excavaciones, señalaron que el hallazgo "presenta una gran complejidad geométrica". La pieza mide 4,75 metros de largo y 1,5 metros de alto, y data aproximadamente del siglo VII-VIII d.C. El friso se encontraba en un edificio anterior y, al parecer, fue sepultado por los antiguos mayas para establecer sobre él los edificios superiores de la acrópolis de La Blanca, informaron los investigadores a Europa Press.
Es la primera vez que en La Blanca hallan un elemento de esta magnitud y en buen estado de conservación, por tanto, los arqueólogos calificaron el descubrimiento como de “especial relevancia”. Los especialistas señalaron que mediante la técnica de escáner láser sepultarán nuevamente el friso para contribuir con su conversación y protegerlo de los saqueos comunes de la zona.