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El Gobierno de Estados Unidos no desea que Grecia salga de la eurozona por temor a que establezca lazos económicos con Rusia y China, en un momento en que el primer ministro, Alexis Tsipras ha manifestado su interés de que el país sea miembro activo del nuevo Banco BRICS.
El codirector del Centro de Investigación Política y Económica, Mark Weisbrot, considera que si Grecia sale de la zona euro, podría aceptar una posible ayuda de Moscú y Beijing (capital de China), "y más aún, aplicar una política exterior independiente".
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"Grecia quiere ser miembro activo del nuevo Banco BRICS y Estados Unidos no quiere esto", señaló Weisbrot en una entrevista concedida a la agencia rusa Sputnik.
"La amenaza de las autoridades europeas, de que van a cortar los créditos a Grecia si su Gobierno no hace lo que quieren, no es creíble en realidad", apuntó.
Alemania también tiene la misma postura de EE.UU. y sus aliados del Atlántico, opina Weisbort, más aún cuando Grecia carga con las presiones del Fondo Monetario Internacional, lo que podría ocasionar su salida de la Unión Europea.
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"Los alemanes salvarán a Grecia al final porque no se atreven a enfrentar las consecuencias de un derrumbe de la Unión Europea", considera el experto en política y economía.
A juicio del activista antibélico Jon Utley, la UE tiene recelo del Gobierno de la izquierda radical en Atenas, dirigido por el partido Syriza, por el riesgo de que influyan en el bloque con el apoyo de naciones no consideradas un bien para los europeos.
En ese sentido, Utley advierte que las presiones de la eurozona a Grecia, solo intentan cambiar la estrategia política "para obtener otro Gobierno que hará lo que quieren".
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