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Asimismo los jubilados exigen que se cumpla la sentencia del tribunal constitucional sobre el aumento progresivo de la pensión.
La Confederación General de Trabajadores (CGT) de Perú se movilizó este miércoles reclamando un aumento del salario mínimo, así como la demanda al cese del costo de vida y las privatizaciones.
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“En costa, sierra y selva, miles de trabajadores y trabajadoras se movilizaron demandando el cese al alza del costo de vida, aumento de la Remuneración Mínima Vital (RMV) y pensiones, respeto irrestricto al derecho a la libertad sindical y negociación colectiva, así como la exigencia de lucha frontal contra la inseguridad ciudadana”, declaró la CGT de Perú.
Asimismo, los jubilados exigen que se cumpla la sentencia del tribunal constitucional sobre el aumento progresivo de la pensión.
De igual manera, la Asamblea Nacional de los Pueblos (ANP) se sumó a la convocatoria unitaria de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) y que en Lima tuvo como punto de concentración la Plaza Dos de Mayo.
Entre tanto, la ANP refirió que esta jornada de lucha es “contra un Gobierno que se estableció a sangre y fuego, con ejecuciones extrajudiciales, entre otros crímenes de lesa humanidad y que se mantiene descaradamente en el aparato estatal a pesar de la recesión económica, la criminalización de la protesta y su incapacidad para gobernar y acabar con la inseguridad ciudadana de las mafias del crimen organizado que han tomado por asalto el país”.
Los trabajadores del Perú se movilizaron hoy para exigir al gobierno el aumento del sueldo mínimo vital.
— Ramiro Angulo Machiavello (@RamiroteleSURtv) February 21, 2024
También sostuvieron una reunión con funcionarios del @MEF_Peru con quienes empezaron a negociar el espacio fiscal para poder así concretar esta demanda.@temasteleSUR pic.twitter.com/gEPQuyQEFi
Al referir que se mantiene la crisis política, económica y moral, las organizaciones también declararon que el Gobierno impone las leyes coercitivas del derecho a la protesta y una crisis económica que sostiene al país en los hombros de la clase trabajadora que padece hambre, desocupación y, en los mejores casos, empleo precario.
“El pueblo ha expresado su repudio al Gobierno en diversas expresiones sociales y culturales recientes, rechazando la arremetida privatista, la impunidad, el copamiento de las instituciones del Estado para la corrupción sistémica y desvergonzada, la política económica continuista hambreadora y antilaboral, la privatización de empresas públicas, la criminalización de la protesta social, entre otras disposiciones propias de una dictadura”, refirieron los colectivos.
