Gobierno de Nicaragua no firma declaración de Cumbre Celac-UE

El Gobierno de Nicaragua emitió un comunicado este lunes sobre su postura ante la Declaración de la III Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y la Unión Europea (Celac-UE), clausurada hace unas horas.

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El texto fue rubricado por el Ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Denis Moncada Colindres, y en él se confirma que Nicaragua no firmó, aprobó ni acompañó el documento, que fue “anunciado, pomposa y mentirosamente, como Declaración de Consenso”.

“La Unión Europea, como acostumbra hacer, ha roto todos los Procedimientos y Mecanismos establecidos por los Organismos Democráticos, pasando por encima de las reglas que fundamentan el funcionamiento de nuestras Entidades propias”, subraya el escrito.

Asimismo, el Gobierno nicaragüense ratificó su Vocación de Paz, que se fundamenta en las luchas “que dignifican a nuestros Pueblos y son Fuerza de Victorias”.

En declaraciones al medio televisivo local Canal 4, la vicepresidenta Rosario Murillo explicó que no es cierto que en la declaración haya habido consenso.

"Dijimos en el primer párrafo de este Documento, que se han hecho anuncios pomposos y mentirosos, presentando como Declaración de Consenso de la III Cumbre CELAC-Unión Europea, un Documento que no tiene Consenso, puesto que  Nicaragua ni lo firmó, ni lo aprobó, ni lo acompañó. Ni lo firma, ni lo aprueba, ni lo acompaña!", ratificó.

En este sentido, la vicemandataria nicaragüense aclaró que, en la Celac, por decisión de los países que la integran se toman por consenso todas las decisiones, pero en este caso, la UE rompió las normas establecidas.

"Por lo tanto, estamos ante una ruptura de las reglas de parte de la Unión Europea. Lo denunciamos y lo informamos, tomando distancia de un hecho que para nosotros es difícil de entender, por no decir bochornoso, que la Unión Europea se conceda a sí misma el derecho de determinar Consensos inexistentes", subrayó en su intervención.

La Cumbre Celac-UE sesionó los pasados 17 y 18 de julio en Bruselas, capital de Bélgica, que contó con la participación de líderes y representantes gubernamentales de ambas regiones.

Paralelamente, tuvo lugar la Cumbre de los Pueblos, que reunió a miembros de las sociedades civiles y líderes políticos de izquierda, quienes condenaron el bloqueo de Estados Unidos a Cuba y las medidas coercitivas contra Nicaragua y Venezuela.