Hay verdades que suenan de perogrullo, pero que no se mencionan, incluso, cuando mucho, se cuchichean o rumoran, pero no se hablan abiertamente, porque son las verdades de fondo que son sustituidas por medias verdades o verdades de fe, como las del realismo mágico, las que necesitan ser desechadas y sustituidas por nuestro “realismo inusitado” que abra pasos firmes a nuevas formas de relacionamiento del nuevo mundo multicéntrico y pluripolar, el que aún no termina de adquirir la plena soberanía energética, en la que el petróleo sigue siendo el principal recurso que el gobierno estadounidense y sus rapaces aliados han manipulado a su antojo, desde la producción, pasando por el precio del barril en los mercados internacionales, hasta la distribución mundial y comercialización, con prácticas terroristas y desleales, como el dumping, la sobreproducción por la vía del fracking o extracción hidráulica, además del control y adocenamiento de cárteles petroleros, como la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de la que EEUU no forma parte, pero que controla a la distancia, para alcanzar sus fines, en un organismo que, incluso, se niega a que lo llamen “cártel”, aunque su único accionar es comercial, lo que ha obligado el nacimiento de nuevas organizaciones energéticas de carácter solidario y con sentido humano, como PetroCaribe, al igual que ha llevado a otros países productores y consumidores a buscar otros caminos y alianzas que fijen un precio justo y soberano, sinque ello signifique, tampoco, la ruina de los no productores y la pérdida de sus soberanías.
Existe un enemigo común mundial, como amenaza usual, muy peligrosa y ordinaria. Este enemigo común es el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica (EEUU), el que ha venido creando una crisis innecesaria y artificial, para domeñar al resto del mundo y seguirlos parasitando, con la ayuda, incluso, de gobiernos que han traicionado a sus propios pueblos, llenándolos de hambre, muerte, miseria y corrupción.
Es por ello, que el Foro Internacional de Energía (FIE), cuyas siglas en inglés se conocen como IEF, representa una gran oportunidad para:
1. Fijar un precio justo a la cesta petrolera consensuado entre productores y consumidores, entre los ochenta y noventa dólares por barril;
2. Acordar una banda de producción, que dependa de las reservas de petróleo procesado y la capacidad real de producción;
3. Iniciar un nuevo y amplio proceso de comercialización en intercambio de petróleo y otros recursos energéticos que empiecen a desprenderse del uso del Dollar estadounidense, para ser sustituido por el Yuan, Rublo, Sucre y otros signos monetarios que fortalezcan el intercambio y protejan a los países semicoloniales o dependientes.
4. Emprender, en conjunto, acciones legales ante organismos internacionales y sanciones directas y boicot contra las prácticas del fracking, el dumping petrolero y el robo de petróleo y gas que vienen haciendo el gobierno estadounidense, junto con el de Turquía y el grupo terrorista Daesh, los que intentan derrocar a Bashar al Assad para utilizar a Siria como corredor que les de paso al Mar Negro.
5. Reimpulsar la OPEP y fortalecerla, liberándola del dominio estadounidense o liquidando la OPEP, para dar paso a otras organizaciones con un nuevo sentido adecuado al nuevo mundo multicéntrico y pluripolar.
Finalmente, este Foro Internacional pudiera desaprovecharse y utilizarse para la retórica al servicio imperial del desgastado capitalismo estadounidense y las hienas aliadas de Europa, en donde sólo se limiten los países productores a autoflagelarse y autoimponerse restricciones que sólo siguen beneficiando al imperialismo estadounidense, sin que nadie le de un parao a sus aberraciones y dictadura energética imperial.
Prof. Luis Pino
@l2pino2