En su cuarto sábado consecutivo, el pueblo francés volvió a tomarse las calles del país. Esta vez, exigen la renuncia de Macron y el fin a sus de políticas neoliberales.
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Este sábado se llevó a cabo la cuarta movilización francesa contra las políticas de Emmanuel Macron. París, capital de Francia, fue uno de los escenarios de mayores enfrentamientos.
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El pueblo de Francia, más conocido a partir de estas movilizaciones como Chalecos Amarillos, pide la renuncia del presidente Emmanuel Macron y el fin a las políticas neoliberales de su Gobierno.
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El movimiento Chalecos Amarillos está conformado por hombres y mujeres sin clase social, color político, género ni edad característica.
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La represión policial fue duramente violenta, tal como en las tres masivas marchas de los sábados anteriores.
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Los manifestantes fueron reprimidos con bombas lacrimógenas, balas de goma y carros lanza aguas.
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La policía reportó casi 1.000 detenidos, más de 600 de ellos fueron apresados en París.
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Durante las movilizaciones varias carreteras que conectan París con otras ciudades fueron bloqueadas por manifestantes, así como también hubo quema de vehículos.
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Un grupo de ciudadanos se arrodillan frente a la policía en solidaridad a los 146 estudiantes que en la semana fueron obligados a ponerse de rodillas mientras permanecían detenidos.
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