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  • El Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas, el cual aplica desde el año 2021 hasta el 2030, ha buscado promover los objetivos ambientales, facilitando la cooperación a nivel global para lograr esta tarea de restaurar los ecosistemas destruidos y degradados.
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    El Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas, el cual aplica desde el año 2021 hasta el 2030, ha buscado promover los objetivos ambientales, facilitando la cooperación a nivel global para lograr esta tarea de restaurar los ecosistemas destruidos y degradados.

La restauración de los ecosistemas es clave para la humanidad, ya que esto contribuiría para el bienestar y la prosperidad de las personas.

Miles de personas se ven obligadas cada año a desplazarse de sus lugares de origen debido a que no cuentan con suficientes alimentos o agua potable.

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Una parte de la situación que vive el ser humano se debe a que no ha sabido convivir con su entorno natural, del cual obtiene todo lo necesario para subsistir.

Por ello, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aclara que la restauración de los ecosistemas es clave para la humanidad, ya que esto contribuiría para el bienestar y la prosperidad de las personas.

¿Qué es un ecosistema?

Un ecosistema hace referencia a todos los organismos vivos y la manera en la que ellos interactúan entre sí, con su entorno, tales como el clima, el suelo, el tiempo y la atmósfera.

Cada uno de los organismos tiene una función clave, promoviendo la salud del ecosistema en su totalidad.

En otras palabras, un ecosistema puede ser grande como un océano o tan pequeño como un estanque, pero su papel es crucial para la humanidad, ya que producen alimentos, proporcionan agua, materiales de construcción y otros elementos importantes. Además, ayudan a mitigar los efectos del cambio climático.

Es un espacio en el que las plantas, animales y otros organismos hacen vida, incluyendo el paisaje en el que se encuentran inmersos, formando una red de vida. 

Sin embargo, la extracción de los recursos ha llevado a muchos ecosistemas a su máximo límite.  

¿En qué consiste la restauración de los ecosistemas?

Las Naciones Unidas consideran que la restauración de estos espacios es un “proceso de invertir la degradación de los ecosistemas para recuperar su funcionalidad ecológica”, es decir, mejorar la capacidad de estos para satisfacer las necesidades de los seres humanos.

De acuerdo con los datos emitidos por la organización, entre el año 2015 y 2020 se han perdido más de 10 millones de hectáreas de bosques, al año, y más de dos tercios de los ecosistemas de los océanos están degradados, dañados o modificados.

Dicha degradación constituye una amenaza para la humanidad y para un futuro sostenible.

De hecho, restaurar los ecosistemas puede contribuir con el logro de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), tales como vida de ecosistemas terrestres, hambre cero, agua limpia y saneamiento, energía asequible y no contaminante, acción por el clima, producción y consumo responsable, vida marina, entre otros.

Beneficios de los ecosistemas

Las tierras agrícolas y los bosques, e incluso las montañas y los océanos, aportan muchos beneficios a nivel ambiental, económico y social.

Por ejemplo, los bosques sostienen el 80 por ciento de todas las especies de anfibios, el 75 por ciento de las especies de aves y un 68 por ciento de las especies de mamíferos. En el caso de los océanos, representan un 99 por ciento del espacio vital del planeta.

Por ello, el Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas, el cual aplica desde el año 2021 hasta el 2030, ha buscado promover los objetivos ambientales, facilitando la cooperación a nivel global para lograr esta tarea de restaurar los ecosistemas destruidos y degradados, fomentando los esfuerzos para hacer frente al cambio climático, salvaguardar la biodiversidad, garantizar la seguridad alimentaria y el suministro de agua, tratando de que se involucren no solo los gobiernos, sino también organizaciones no gubernamentales (ONG) y entes privados.

El restaurar los ecosistemas podría brindar beneficios como una mayor seguridad alimentaria, mayor acceso al agua y la gestión de fenómenos de conflicto y migración. 

Es un hecho que las actividades humanas están afectando los ecosistemas hasta el punto de que ya no es posible que algunos provean bienes y servicios.

Los factores que están impulsando la pérdida de biodiversidad incluyen el cambio climático, la desertificación, la deforestación, la sobreexplotación, disminución del agua dulce, extinción masiva de especies, entre otros.

¿Cómo se puede restaurar un ecosistema?

Un ecosistema natural degradado, por ejemplo, un bosque, se puede restaurar a su estado saludable si se eliminan los contaminantes o se restaura la megafauna, como los ciertos.

En el caso de las tierras de cultivo, se podrían restaurar los setos, los cuales ayudarían a mejorar la calidad del suelo.

Un ecosistema degradado se podría restaurar hasta convertirlo en un ecosistema natural, pese a que la ONU alerta que esto sólo se podría hacer si no tiene un impacto negativo en las personas que dependen de dicho ecosistema modificado. 

En tanto, la ONU advierte de que se requieren diferentes enfoques para lograr la restauración de ecosistemas, pues lo que puede funcionar en un área pudiese no ser así en otra.

Entre los enfoques que se contemplan se encuentra la restauración iconológica, la agricultura regenerativa y la resilvestración. 


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