Para este joven diseñador, esa prenda de vestir constituye una de las manifestaciones tangibles más elevadas de muestra de identidad cubana.
Portar una guayabera en Cuba es más que tradición y constituye insignia de elegancia, buen gusto e identidad nacional. Esta prenda de vestir fue decretada símbolo de la nacionalidad y, en la actualidad, entrelaza modernidad y tradición. De ahí que sea defendida por el diseñador, modelo y emprendedor Jordi Leal.
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Aunque no posee formación académica como diseñador, afortunadamente ha logrado convertirse en referente del diseño de esta vestimenta, logrando trascender las fronteras de la isla y ganando reconocimiento en otras latitudes, como México, Panamá y Colombia.
Se inició mediante la realización de vestidos tejidos y trajes de baño, así como batas hechas con telas de algodón, pero muy pronto descubrió su pasión por las guayaberas. Primero elaboró los diseños para mujeres y en la actualidad cuenta con cerca de tres decenas de colecciones, engalanadas con imágenes de creadores de las artes visuales cubanas, entre los que se destacan José Fúster, Zaida del Río, Ever Fonseca, José Manuel García Rebustillos, Nelson Domínguez, Flora Fong, Maikel Herrera, Alicia Leal, Ileana Mulet y el ya fallecido Cecilio Avilés, entre otros.
Para realizar las guayaberas conserva la tradición, caracterizada por bolsillos en la pieza y cerca de 30 botones canesú superiores e inferiores al frente y en la espalda, dos hileras de alforzas al frente y tres detrás.
Lo novedoso es que Leal les incorpora diferentes colores a sus diseños, generalmente claros. Suele usar el blanco, engalanado con alforzas en la parte posterior en la tela de hilo, lino y algodón, a las que incorpora banderas cubanas. En las mangas incorpora metódicos arreglos, que pueden ser cortas o extendidas hasta los puños, cuellos y otras partes de la agradable camisa, hechas mediante pliegues y otros adornos.
“Más actualizados con estos tiempos, más contemporáneos, que sean del gusto y preferencia de quienes la porten, respetando los elementos que la identifican”, acota Leal.
Entre los proyectos inmediatos figuran la edición de un libro con la colaboración de Ciro Bianchi Ross y Gladys Egües Cantero, ambos galardonados con el Premio Nacional de Periodismo José Martí, además de la colaboración de grandes fotógrafos como Roberto Chile, Julio Larramendi y Raúl Cañivano, quienes realizan la ilustración gráfica.
Asimismo, se proyecta la creación en La Habana (capital) de un museo de nuevo tipo, para mostrar una historia que está en construcción: el Museo de la Guayabera, que se diferenciará del que ya que existe en Sancti Spíritus porque expondrá diseños renovados con relación a las guayaberas tradicionales. En este empeño, se propone mostrar más de cien piezas, entre ellas las compuestas por las fotografías a las personalidades que han presentado obras originales y las pensadas con los aportes de 25 creadores de las artes visuales.
Para Leal, es importante que las personas conozcan y aprecien las prendas e interactúen con otras manifestaciones artísticas y sus mejores exponentes. Además de disfrutar de las muestras, pretende crear subsedes del proyecto en el resto de las provincias del país, en aras de que los interesados puedan adquirir los diseños sin necesidad de trasladarse a la capital.
Este creador pretende restituirle a la guayabera el sitio que le corresponde dentro del espacio sociocultural de la nación y que nunca debió perder. Por ello expresa que “hemos perdido mucho terreno, pero aún estamos a tiempo de recuperar”.
El fundador del proyecto Leal Guayaberas colabora con el crecimiento individual y colectivo de niños, adolescentes y jóvenes a quienes se les imparten clases relacionadas con la alta costura; la cultura del vestir en las diferentes edades (de acuerdo con los diferentes momentos y situaciones), así como nociones elementales de peluquería, automaquillaje, nutrición y meditación para su formación integral.
Según Leal, la guayabera constituye una de las manifestaciones tangibles más elevadas de muestra de identidad cubana.