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  • El performance se trata en gran medida de lo que irrumpe y es disruptivo, de lo que se impone y cause emociones diversas, intentando que nos cuestionemos mucho más de lo que en apariencia observamos.
    En Profundidad

    El performance se trata en gran medida de lo que irrumpe y es disruptivo, de lo que se impone y cause emociones diversas, intentando que nos cuestionemos mucho más de lo que en apariencia observamos.

La práctica artística conocida como performance alcanzó su punto máximo de popularidad en las décadas de los 60 y 70, coincidiendo con el auge de las ideas posmodernas.

Se trata de un tipo de arte que abarca diferentes actitudes y se caracteriza por su carácter intermedial, donde se combinan diversos medios y lenguajes. La performance surge como una fusión entre los happenings y el body-art, llevando a cabo acciones frente al público y otorgándole un papel central al cuerpo.

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El cuerpo es el espectáculo vivo

Es lo que más se compromete a la hora de llevar a cabo una acción performática

El cuerpo es el centro motor

Es en donde se manifiesta el alma creativa

El cuerpo lleva la verdad al público

Porque conecta con el espectador de forma real y genuina

No hay actuación en la performance

Sólo hay entrega

Sólo hay veracidad.

La difusión de la performance se vio favorecida por el uso del video y la fotografía, aunque al mismo tiempo esto anulaba la intención de muchos de los artistas performáticos, cuyo enfoque era claramente anti-mercantil. Con el paso del tiempo, la performance ha ido perdiendo parte de esos valores iniciales y ha entrado en el mercado del arte, aunque continúa asignando gran importancia al contexto temporal y espacial en el que se desarrolla.

En la actualidad, el arte de acción está muy presente gracias a su hibridación de medios, participando en una amplia variedad de formatos y manifestaciones artísticas, que van desde videos hasta teatro, pintura, música o incluso la política.

Para llegar a la performance como expresión artística reconocida y con incidencia internacional, es necesario hacer un recorrido por la evolución de este movimiento para entender sus raíces;

En el año 1916, el Cabaret Voltaire de Zurich se convierte en el epicentro del movimiento DADÁ, liderado por Hugo Ball y Tristan Tzara, quienes dan inicio a una serie de acciones que podríamos llamar protoperformances. Estas se caracterizan por su carácter lúdico, surrealista y altamente creativo en cuanto a su puesta en escena y el uso del atrezzo. En estas intervenciones, el juego, el azar, lo absurdo y el humor son elementos constantes. DADÁ, como se le conocía, representa la negación del arte, la nada.

Posteriormente, el movimiento Surrealista continuará el legado, contando con los reconocidos artistas y activistas Andre Breton y Marcel Duchamp, quienes revolucionarán el arte de manera definitiva. Duchamp, en particular, defendía la primacía de la idea sobre el soporte o el medio, y sostenía que el arte podía ser cualquier cosa que el artista eligiera. De esta manera, surgieron sus famosos ready-mades. Asimismo, es importante mencionar a Antonin Artaud y su teatro de la crueldad, donde fusionaba el arte con la vida.

En los años 30, en España, se realizaron protoperformances en Aragón con La agonía del Cabo, siendo Ramón Gómez de la Serna la figura más representativa de esa época, quien introdujo las vanguardias y era una performance per se. La influencia de Gómez de la Serna se transmitió a la Generación de Los Inverosímiles, un grupo de creadores gráficos y literatos que se diferenciaban de los poetas del 27, donde destacó Enrique Jardiel Poncela y se documentaron varias performances como el "Sexticiclo" o una en un restaurante madrileño con Bartolomé Soler.

De aquí, ya pasamos a Yves klein con sus antropometrías, utilizando a personas como pinceles y su famosa fotografía retocada (antecedente del Photoshop) donde se tira al vacío desde un edificio.

El Butoh, una forma de danza originaria de Japón, surgió en la década de 1950 después de los devastadores bombardeos de Hiroshima y Nagasaki. En esta expresión artística, los bailarines desnudos, con sus cuerpos pintados de blanco, adoptan poses inquietantes que rozan lo grotesco, utilizando movimientos espasmódicos para acceder al subconsciente. Esta forma de arte fue creada por Kazuo Ōno y Tatsumi Hijikata, reconocidos bailarines y coreógrafos.

Foto: El Trampolín Teatro

Por otra parte, Allan Kaprow y Oppenheim introdujeron el concepto de "happenings", en los cuales el espectador no sólo presencia la obra, sino que también participa activamente en ella. En el manifiesto que firmaron más de 50 artistas de diferentes partes del mundo, se concluyó que la evolución no puede existir sin enfrentar crisis.

Por último, el movimiento Fluxus, con John Cage o Cunningham como artistas más reconocidos, quienes asumían que el proceso creativo es lo fundamental y el resultado accesorio. Cage, decía que el ruido y el sonido estaban presente siempre, incluso si se encierra a una persona en un habitáculo vacío y hermético, oiría el propio latir de su corazón.

La palabra performance surge en los años 70 y con él, un movimiento de mujeres performáticas

Mujeres como Yoko Ono, Valei Export, Carolee Sheeman, la cubana Ana Mendieta, Charlotte Moorman.

El Accionismo vienés, representado principalmente por Herman Hirst, otorgaba un gran valor a la liturgia orgiástica y dionisiaca-chamánica de los actos de culto donde se mezclaban la libidinosidad, el sacrificio, lo carnal acabando con lienzos pintados de sangre animal.

Marina Abramóvic y Ulay buscan el dualismo, lo opuesto, el contraste, mujer-hombre, pero a la vez la complementariedad de los dos. Ella ya había buscado en el dolor y en su propio cuerpo el leit motiv de sus planteamientos.

Hablar de los representantes de la performance o arte de la acción amerita largas horas de lectura. En existencia pasada y actual son muchas y muchos los referentes de esta expresión ahora considerada un arte e incluso con Institutos dedicados especialmente a los estudios de la Performance. En Latinoamérica se han desarrollado muchos movimientos que llevan a cabo el arte de la acción como herramienta política y artística; como una trinchera de lucha por derechos y justicia social.

Caracas, una ciudad de artistas performers

En Venezuela, específicamente en Caracas (capital), la movida performática es extensa, ya no es un tabú, son numerosos los y las artistas que se manifiestan desde allí expresando alegrías, dolor, indignación, victorias, verdades, banderas de lucha en fusión con la pintura, la instalación, el teatro y la música.

Caracas sin duda ha acogido a la vieja escuela y a los jóvenes que han seguido el legado, en esta ocasión Carolina Jiménez, joven estudiante del programa nacional de formacion (PNF) Artes plásticas mención: artes gráficas en la Universidad Nacional Experimental de las Artes, es un vivo ejemplo de lo que es transitar este camino del arte de la acción para expresar todo lo necesario a un mundo, su mundo, el mundo de muchas y muchos a través su encuentro sensible con las artes plásticas:

Llevo siete años desarrollando una investigación performativa a través de mi trabajo plástico, a través de mi encuentro sensible con las artes plásticas, tanto la disciplina de las artes gráficas, como la disciplina de la arte cerámico. Que es algo que de un tiempo para acá me he estado dedicando. Para mí lo que define el hacer performativo es la carga conceptual que tiene la acción. Si decimos performance, es una palabra que traduce al español significa como "acción", entonces allí radica toda la carga conceptual de la acción. ¿Cuál es la carga conceptual que tiene la acción? Que lleva a la performance a ser un arte contestatario, a ser un acto denunciativo”, explicó.

Foto: Ketsy Medina

Para Carolina, a partir de sus años de estudios, afirma que el performance a pesar de tener sus raíces en el arte europeo, no está estrictamente ligado a este movimiento actualmente, pues son muchas y muchos los artistas que han logrado extraerlo de allí y aplicarlo a otras culturas y temporalidades:

Desde mi parecer la performance se define como un acto inesperado, como una acción pero que tiene un grado de planificación para lograrlo, para usar ciertos elementos, sea un vestido blanco, sea un hueso, sea una tijera, para usar un elemento y hacerlo contestatario y que este elemento tome un sentido crítico a partir de la acción que ejerces sobre él”, afirmó.

Foto: Teatros Automáticos

Su propuesta ha tenido impacto, pero mucha más visibilidad en el campo de lo femenino, de la mujer, de la madre pues de los temas raíces en todas sus presentaciones se encuentra: el nacimiento de la vida, del desbordamiento de la mujer y su sensualidad, y aunque también tiene impacto en la población masculina y ella afirma no sectorizar, ha logrado darse cuenta que ha sido de más impacto en mujeres pues en efecto son las que más identificadas se sienten con el discurso.  

Puedo observar que el teatro es una disciplina muy antigua, de mucha importancia para nuestra sociedad, de desarrollo literato también. Siento que la performance, digamos, es un poco más limitada que el teatro en algunos aspectos, en relación a otras expresiones como la danza, siento que tiene más limitaciones respecto a su despliegue, sin embargo eso es lo que la hace ser especial porque es contemporánea, y dentro de la contemporaneidad algo que tuviese impacto tenía que ser más que teatro, más que danza, debería transgredir esos bordes.  Y creo que eso es lo que la hace especial, el rompimiento de los bordes”, agregó.

Foto: Ketsy Medina

El performance ofrece nuevas miradas sobre diferentes temas sociales

Si hay algo con lo que siempre se va a identificar un proceso performático es con las experiencias de cada artista que lo ejerce; así como muchas y muchos referentes históricos han mostrado a través de esta expresión, grandes procesos personales incluso con un enfoque político, y ya lo decía Coral Herrera Gómez “Lo personal es político”, Carolina Jiménez explica que lo que más ha expresado a través de su propuesta performativa son sus procesos y su desprendimiento de todas las capas con las que fue formada en la vida: 

A través de soltar esas capas, de esa demostración personal, toco lo femenino y la revelación, pues en muchas ocasiones trabajo con el barro con el cuerpo y el desnudo y eso para la gente es llamativo y transgresor. No todos mis trabajos incluyen el desnudo, pero el desnudo tiene una connotación importante a nivel social, porque lo que cuestionan precisamente, es como el cuerpo no puede ser libre dentro de una sociedad que lo hipersexualiza, donde estar desnudo es estar expuesto. Entonces volver a ese origen, a la naturalidad donde la mujer y el hombre eran simplemente uno con la naturaleza, y con el otro, sin parámetros y prejuicios sociales, que en la actualidad nos permean”.

Foto: Mascando Huesos

El performance hoy sigue creciendo e impactando, como un arte que no sólo trasciende barreras y lógicas normadas por una sociedad, sino que le permite al artista elevar un mensaje real y muchas veces transformador.


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