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    Los pueblos indígenas comparten ciertas características específicas, tales como hábitat ancestral, tradiciones culturales e idioma propio.

Este 21 de mayo, al celebrarse el vigésimo aniversario de la declaratoria del Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, Venezuela se siente orgullosa de lo alcanzado en esta materia patrimonial.

El 25 de enero de 2022 se dio en Caracas una reunión histórica y muy sensible para la vida cultural y social de la nación venezolana. Los actores principales del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, que lo son también de la Humanidad presentaron directamente al Presidente de la República el testimonio de sus culturas vivas, heredadas y compartidas.

En ese encuentro solicitaron al presidente especiales esfuerzos en las iniciativas de la salvaguardia del patrimonio nacional, amenazado por factores como la globalización, la homogenización cultural y una falta de comprensión entre distintos actores de las diversas ramas de los poderes públicos y en algunos sectores de la población, a los que les parece insignificante o de poca importancia el valor de tradiciones auténticas.

Este 21 de mayo, al celebrarse el vigésimo aniversario de la declaratoria del Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, Venezuela se siente orgullosa de lo alcanzado en esta materia patrimonial, y dispuesta a seguir asumiendo retos para visibilizar ante el mundo la riqueza cultural venezolana.

Desde 2012 hasta la fecha (2022) la UNESCO ha inscrito ocho Patrimonios Culturales Inmateriales de la Humanidad propios de Venezuela, y tiene actualmente otro en evaluación de su expediente (Bandos y Parrandas de los Santos Inocentes de Caucagua).

 

Los Patrimonios venezolanos son:
 

Diablos Danzantes de Corpus Christi de Venezuela


Ingresa a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad el 6 de diciembre de 2012, en la 7º Sesión del Comité Intergubernamental de la UNESCO para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, celebrada en la ciudad de París –Francia.

Los Diablos Danzantes de Corpus Christi constituye una manifestación de religiosidad popular tradicional, practicada en Venezuela desde mediados del siglo XVII, y se celebra anualmente el noveno jueves después del Jueves Santo. El motivo central es la rendición de los Diablos ante el Santísimo Sacramento como forma de recrear el triunfo ancestral del Bien sobre el Mal. Las comunidades celebrantes están ubicadas en los Estados Aragua: Cata, Cuyagua, Chuao, Ocumare de la Costa y Turiamo (con sede en Maracay); Carabobo: San Millán y Patanemo; Cojedes: Tinaquillo; Guárico: San Rafael de Orituco; Miranda: San Francisco de Yare, y La Guaira: Naiguatá.


La Parranda de San Pedro de Guarenas y Guatire

Ingresa a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el 5 de diciembre de 2013, durante la 8° Sesión del Comité Intergubernamental de la UNESCO en la ciudad de Bakú, Azerbaiyán. La Parranda de San Pedro de Guarenas y Guatire es manifestación popular de carácter ritual y festivo,cuya primera referencia histórico-documental data de principios del siglo XIX.  Cada 29 de junio, día de San Pedro, los parranderos, todos del género masculino, con el rostro pintado de betún negro y ataviados de forma característica, entonan coplas y danzan al ritmo de la música,“bailando” la imagen de San Pedro con el objeto de rememorar la tradición oral según la cual el Santo sanó a la hija enferma de la esclavizada María Ignacia.

 

 


La tradición oral Mapoyo y sus referentes simbólicos en el territorio ancestral


Ingresa a la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad que requiere medidas urgentes de salvaguardia, el 25 de noviembre de 2014, durante la 9° Sesión del Comité Intergubernamental de la UNESCO en la ciudad de París –Francia. Los Mapoyo, son un grupo indígena (originario) de filiación lingüística Caribe, de más de 400 personas, que habitan a lo largo del río Orinoco, en el Municipio Cedeño del Estado Bolívar, en la Guayana al sur de Venezuela. Su principal asentamiento lleva por nombre El Palomo. Poseen un sistema de gobierno estructurado por una capitanía vitalicia y hereditaria, cuyo poder se funda en la capacidad para el diálogo, el consenso y el respeto hacia la voluntad del colectivo. Una de sus principales fortalezas culturales, es la tradición oral centenaria que se encuentra simbólica e indisolublemente vinculada a más de treinta accidentes geográficos del territorio ancestral de la comunidad. Cada narración representa un capítulo de su historia y mitología, al tiempo que delimitan, en conjunto, el espacio físico en el cual desarrollan la vida cotidiana en el pueblo. Los factores que afectan la viabilidad de la tradición oral y sus referentes simbólicos en el territorio ancestral se relacionan con el debilitamiento en la transmisión de los conocimientos tradicionales, el desconocimiento de la cultura Mapoyo a nivel regional y nacional y las presiones sobre el territorio, entre otros.

Conocimientos y tecnologías tradicionales asociados al cultivo y procesamiento de la Curagua

Ingresa a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el 2 de diciembre de 2015, durante la 10° Sesión del Comité Intergubernamental de la UNESCO en la ciudad de Windhoek –Namibia.
La curagua es una planta proveniente de la cuenca amazónica, y a partir de la cual se desarrollan conocimientos tecnológicos que tradicionalmente han identificado a las poblaciones, ubicadas en el Municipio Aguasay,
en el extremo suroeste del Estado Monagas, como portadoras de una experticia y tradición que, desde tiempos ancestrales, ha permitido producir esplendidos tejidos (básicamente chinchorros) para su uso y comercialización.
Los conocimientos y tecnologías tradicionales para el cultivo y procesamiento de la curagua conforman un cuerpo complejo de saberes y prácticas tecnológicas significativas relacionadas a la siembra de esta planta, al procesamiento de las fibras derivadas y la elaboración de productos artesanales mediante técnicas de tejido. Reúne competencias especializadas en las características ecológicas locales para el cultivo de la curagua, en la técnica específica de extracción de las fibras (tallado) y su procesamiento, hasta convertirlas en los hilos para la elaboración de productos artesanales a partir del entrelazado de elementos.

El Carnaval de El Callao: Representación festiva de una memoria e identidad cultural

Ingresa a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el 1° de diciembre de 2016, durante la 11° Sesión del Comité Intergubernamental de la UNESCO en la ciudad de Addís Abeba –Etiopía.
El Carnaval de El Callao es una expresión festiva, resignificante de la memoria e identidad local, cuyos orígenes se asocian a los cannes brulées, fiestas de emancipación celebradas en las islas francoparlantes del Caribe. Alrededor del Calipso la representación simbólica de personajes históricos y fantasías creativas, conciertos y bailes en las calles del pueblo, engranan lúdicamente prácticas, conocimientos, valores, instrumentos musicales y espacios significativos para el encuentro.

El Carnaval ocurre en un ciclo festivo de dos meses. Inicia en enero con el “Grito de Carnaval” y ensayos domingueros. Tiene su máxima expresión hacia finales de febrero y principios de marzo, en fecha variable según el calendario católico. Comprende una semana de celebraciones continuas que culminan el martes de carnaval a las doce de la noche, cuando los portadores hacen un alto a la fiesta y retornan al curso cotidiano. El Carnaval de El Callao exhibe un esfuerzo colectivo por resignificar la remembranza identitaria de un pueblo de origen minero de mediados del siglo XIX y descendiente de inmigrantes de las Antillas menores.

 

 



Cantos de trabajo de Llano colombo venezolanos


Esta inscripción es de carácter binacional e ingresa a la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad que requiere medidas urgentes de salvaguardia, el 6 de diciembre de 2017, durante la 12° Sesión del Comité Intergubernamental de la UNESCO en la isla de Jejú –Corea del Sur. Se practica y escucha en la región identificada como Llanos Orientales en Colombia, y Llanos Centro Occidentales en Venezuela.
Los cantos de trabajo de llano son una práctica de comunicación vocal que surgió en la estrecha relación establecida por la sociedad humana con los ganados bovinos y equinos y del conocimiento adquirido durante el proceso de construcción del paisaje. Consisten en tonadas que se ejecutan a capela, de forma individual, cuyas líneas melódicas se prolongan a voluntad del cantor, y se expresan en dos modalidades asociadas a actividades específicas: arreo y ordeño. Los cantos de arreo están destinados al manejo del rebaño en movimiento en las sabanas abiertas, y los cantos de ordeño se realizan en espacios específicos de trabajo, donde se emplean ciertos enunciados, junto al nombre de cada vaca, que es reconocido tanto por ella como por la cría al momento del llamado.

En conjunto, estas actividades sobresalen por el significativo hecho de haber dado origen a manifestaciones vocales que acompañan el esfuerzo del trabajo y son imprescindibles para su eficiente cumplimiento. Los cantos de trabajo de llano se han visto progresivamente afectados por procesos económicos, políticos y sociales que sobrepasan la escala local, regional e incluso, en algunos casos, nacional. Estos acelerados y profundos cambios han debilitado sensiblemente la manifestación, al modificar el rico universo cultural llanero en el que se inscribe, dando lugar a un lento proceso de desmemoria y abandono.

Programa biocultural para la salvaguardia de la tradición de la Palma Bendita en Venezuela


Ingresa a la Lista de Registro de Buenas Prácticas de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el 12 de diciembre de  2019, durante la 14° Sesión del Comité Intergubernamental de la UNESCO en Bogotá –Colombia. Cada año, los palmeros cumplen una promesa heredada desde hace más de dos siglos, la cual comprende la búsqueda de varias especies de palmas en determinadas montañas. Las actividades del Programa se llevan a cabo en dos parques nacionales que son referentes geográficos indispensables para la manifestación. Por una parte, en la Isla de Margarita, del estado Nueva Esparta, se encuentran los Palmeros Asuntinos, habitantes de La Asunción, capital estatal, ubicada en el municipio Arismendi, y los Palmeros de El Valle del Espíritu Santo, habitantes de la población homónima del municipio García. Ambas comunidades desarrollan actividades en el Cerro El Copey. Por otro lado, están los Palmeros de Chacao, específicamente en la comunidad de El Pedregal, quienes desarrollan la práctica en el Cerro Waraira Repano ubicado en el municipio Chacao del estado Miranda. Sus acciones constituyen un patrimonio cultural inmaterial que fortalece el sentido de pertenencia, recreada bajo el precepto de la tradición católica vinculada a la Semana Mayor, como alegoría a la entrada de Jesús a Jerusalén, revitalizada cada año, y que sólo es posible a partir de la bendición litúrgica de la palma extraída de las montañas.

 

 



Ciclo festivo alrededor de la devoción y culto por San Juan Bautista


Ingresa a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el 14 de diciembre de 2021, durante la 16° Sesión del Comité Intergubernamental de la UNESCO en París –Francia.


Es una manifestación del patrimonio cultural inmaterial enraizada en la región norte y centro costera del país. Las comunidades se ubican, mayormente, en los estados Aragua, Carabobo, La Guaira, Miranda y Yaracuy, así como una importante presencia de portadores en la ciudad de Caracas. Esta celebración constituye un entramado de conocimientos y prácticas heredadas desde el siglo XVII, y fundamentalmente está representada por comunidades afrovenezolanas descendientes del emplazamiento de haciendas coloniales. Sus inicios se vinculan a la influencia del catolicismo, en conjunción con expresiones verbales, musicales y corporales, cuyas raíces se conectan con África subsahariana. Para sanjuaneras y sanjuaneros, la vitalidad es significado de resistencia cultural y libertad; remembranza de la esclavitud de nuestros ancestros. El Ciclo festivo de San Juan Bautista, y particularmente las diferentes formas organizativas que lo definen, constituyen un referente emblemático de los preceptos establecidos en la Convención 2003 de UNESCO. La perseverancia, solidaridad y entrega con la que los sanjuaneros han trabajado por siglos a favor de la pervivencia, incluso desde la consideración de circunstancias históricas, sociales, políticas y económicas adversas, representan una clara demostración para toda la humanidad de que sólo desde el compromiso compartido, el trabajo sostenido y una clara conciencia sobre los orígenes y fundamentos del acervo cultural, será posible no sólo la visibilización del patrimonio cultural inmaterial, sino la concreción de planes que garanticen el fortalecimiento y socialización de su importancia de cara al futuro.


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