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El pasado 30 de agosto, la OMS agregó la variante Mu a su lista de VOI, o variantes preocupantes, entre las que también se encuentran la Eta, Iota, Kappa y Lambda.
Han surgido más variantes catalogadas como “de interés” (VOI) de la Covid-19 y los centros de salud, así como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros de Control y Prevención están más atentos.
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No solo las variantes preocupantes son las únicas con capacidad de ser altamente contagiosas, sino que las VOI pueden también serlo, incluso más.
Aunado a ello, también pueden evadir el sistema inmune y ser más resistentes a los tratamientos de los cuales ya se disponen.
Dependiendo de los países y de las tasas de infección, algunas VOI se enumeran en el sitio web de los Centros de Control y Prevención, pero no en el de la OMS, o al contrario.
El pasado 30 de agosto, la OMS agregó la variante Mu a su lista de VOI, o variantes preocupantes, entre las que también se encuentran la Eta, Iota, Kappa y Lambda.
De acuerdo con la OMS, las otras variantes son la Eta, Iota, Kappa, Lambda y sin nombre (B.1.617.3).
El primer anuncio que se secuenció de la variante Mu fue en Colombia, en el mes de enero del presente año. Además, se ha registrado en 39 países, entre los cuales está incluido Estados Unidos, específicamente en California y Florida.
En cuanto a la Mu en el cuerpo, existe una probabilidad de que los cambios genéticos de esta variante la hagan más transmisible, pudiendo ocasionar una enfermedad de mayor gravedad y que no sea posible combatirla con las vacunas que ya se disponen para las variantes anteriores.
Su prevalencia es de un 39 por ciento de los casos que se han identificado en Colombia: no obstante, el 13 por ciento de las muestras que se analizaron han sido en Ecuador y un 40 por ciento en Chile.
Esta variante comienza a ser estudiada a profundidad, debido a que tiene varias mutaciones asociadas y puede evadir los anticuerpos contra el coronavirus. Pero, aunque está presente desde enero, todavía no parece superar a la Delta, que es la variante que está dominando en la mayor parte del mundo.
Actualmente, la variante Mu también se localiza en el Sur de Corea, Canadá, Europa, Estados Unidos y Japón.
De acuerdo con la OMS, “la variante Mu tiene una constelación de mutaciones que indican propiedades potenciales de escape inmunológico. Los datos preliminares presentados al Grupo de Trabajo de Evolución del Virus muestran una reducción en la capacidad de neutralización de los sueros de convalecientes y vacunas similares a la observada para la variante Beta, pero esto debe ser confirmado por más estudios”.
Durante una sesión informativa de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), llevada a cabo el pasado 1 de septiembre, el asesor en enfermedades virales emergente, Jairo Méndez Rico, indicó que por los momentos la denominación Mu como variante de interés no supone riesgos mayores, pero destacó que la investigación y el seguimiento deben seguir.
Así, expresó que “esta clasificación se basa en hallazgos del genoma que se han visto en otras variantes y que dan cuenta de un potencial aumento en la capacidad de transmisión o una disminución en la respuesta inmune. Sin embargo, aún no hay evidencia sólida para respaldar esas observaciones, por lo cual se debe seguir vigilando de cerca”.
También recordó que, a pesar de que va en aumento en países como Colombia, Costa Rica y Ecuador, todavía su impacto no es mayor en término de “gravedad, letalidad o aumento marcado en la transmisión”.
Para el 29 de agosto, 39 países habían ya reportado 4.500 secuencias de la variante Mu, en la plataforma Gisaid, una iniciativa que surgió para compartir datos de virus.
Aunque todavía su prevalencia se sitúa por debajo del 0,1 por ciento, el mayor país en el que su presencia se incrementa es Colombia.
