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    Después de decretarse la muerte cruzada que contempla un nuevo evento electoral presidencial y legislativo, ya han anunciado la fecha de los comicios anticipados para el 20 de agosto, así como el 15 de octubre para un posible balotaje.

El mandatario Guillermo Lasso disolvió el Parlamento mientras estaba en desarrollo un juicio político en su contra.

Se avecinan días intensos para Ecuador. El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha publicado el cronograma de los próximos comicios para los que suman crecientes precandidaturas con la intención de llegar a Carondelet, sede del Gobierno y residencia oficial del presidente del país.

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En medio de la crisis política profunda que ha sacudido a Ecuador, el presidente Guillermo Lasso decidió activar el mecanismo denominado como "muerte cruzada", con el cual disolvió la Asamblea Nacional y solicitó el adelanto de elecciones generales.

En el segundo aniversario de su mandato, disolvió el Parlamento mientras estaba en desarrollo un juicio político en su contra. Trataba de evitar lo imposible, el juicio de la historia le llegará de otro modo. Entre tanto, proclamó la conmoción interna, acusó a la oposición por la crisis política, por el bloqueo parlamentario y defendió su gestión gubernamental. 

Liquidar un Congreso opositor a su administración fue su reacción, tras el intento de un juicio político en su contra ante el presunto delito de peculado (malversación de fondos públicos). Veamos el contexto: lo que se plantea es que las acciones del presidente suponen un daño para el Estado, vinculado a un contrato entre la Flota Petrolera Ecuatoriana (Flopec) y Amazonas Tanker Pool para el transporte de derivados de petróleo, que no terminó.

Al respecto opina el líder indígena Floresmilo Simbaña. “El Gobierno lanzó la muerte cruzada como una salida obligada ya que había buenas posibilidades para que Lasso fuera destituido y prefirió utilizar el mecanismo ‘jurídico’ de gobernar sin los contrapesos propios de un Estado de derecho”. 

“Más que un plan de Gobierno, lo que tiene son objetivos concretos: cambiar algunas normas, sobre todo en el sector financiero e inversiones internacionales, que es lo que realmente hizo en estos dos años de mandato. Ahora se va a dedicar a abrir las privatizaciones de algunos sectores públicos rentables”. precisó Simbaña.

“El presidente viene arrastrando con mentiras y engaños a la población”, afirmó por su parte la lideresa indígena del pueblo nación kichwa-otavalo, Blanca Chancosa, y continúa, “desde hace un par de años, se conoció públicamente el involucramiento del Gobierno en el llamado Pandora Papers, pero Lasso se resistió a comparecer a la Asamblea”. 

“En una declaración colectiva y pública expresamos que el Gobierno del señor Lasso, en lugar de solucionar los graves problemas económicos y sociales que afectan a la mayoría de la población, opta por mantenerse en el poder y gobernar vía decretos ejecutivos que sólo beneficiarán a los sectores empresariales y financieros del país. Por eso llamamos a las organizaciones de base, al campo popular y a la izquierda, a mantener la unidad organizativa y programática para enfrentar con firmeza la dictadura neoliberal que se viene”, dijo Chancosa.

Lo que sigue

Después de decretarse la muerte cruzada que contempla un nuevo evento electoral presidencial y legislativo, ya han anunciado la fecha de los comicios anticipados para el 20 de agosto, así como el 15 de octubre para un posible balotaje.

Los partidos tienen hasta el próximo 10 de junio para inscribir las candidaturas definitivas y se vislumbran aspirantes de todos los sectores, de derecha, de centro y de izquierda. En medio de todo, está la ciudadanía que no avizora ningún cambio radical, tampoco una satisfacción de las grandes demandas. 

El próximo noviembre será posesionado el nuevo gobernante, quien estará en el poder un año y medio. O sea, como consecuencia del decreto de muerte cruzada, concluirá su mandato en mayo del 2025. También se avizora la incertidumbre en el Parlamento, porque los legisladores destituidos pueden volver a postularse y eso lo sabe Guillermo Lasso. 

Lasso ganó la Presidencia en segunda vuelta electoral, el 11 de abril del 2021. Fue después de sacar cinco puntos de ventaja a Andrés Arauz, un economista ecuatoriano que fue ministro coordinador de Conocimiento y Talento Humano durante la gestión de Rafael Correa, de 2015 a 2017. 

Correa, catedrático y economista, electo tres veces consecutivas como presidente del Ecuador, quien gobernó con amplio apoyo popular. Recordemos que el Gobierno de Bélgica le concedió asilo político. Con esta medida, el país europeo reconoció la persecución política desarrollada por el Gobierno ecuatoriano en contra del exmandatario. 

Correa y sus partidarios sufrieron un brutal acoso judicial. También una ilegítima sentencia y suspensión de derechos políticos, pocas horas antes de su inscripción como candidato para las elecciones del año 2021.

Y no es algo así como que a Guillermo Lasso no le interese gobernar. Ya lo había intentado tres veces antes, tras perder contra Rafael Correa en 2013 y ante Lenín Moreno en 2017.

En el actual Gobierno, el movimiento político Creando Oportunidades (CREO), partido de Lasso, comenzó con 12 legisladores en la Asamblea Nacional, a los que sumaron 19, del aliado Partido Social Cristiano. Enfrente tenían a 48 asambleístas opositores.

En este contexto, Lasso entendió claramente que los votos de sus legisladores no serían suficientes para impedir el juicio político en su contra, fue entonces que decretó la muerte cruzada.

Para Rafael Correa -presidente de Ecuador entre 2007 y 2017- el decreto es inconstitucional porque interrumpió el tratamiento del juicio político. Ante ello, afirmó que era crucial respetar la Constitución y el Estado de derecho, “por lo que debería declararse inconstitucional este decreto y continuar el juicio político en la Asamblea".

De todas formas, Lasso lo tenía todo calculado: disolvió la Asamblea Nacional, alegando una "grave crisis política y conmoción interna"; justamente esta medida fue ejecutada cuando el debate por acusaciones de peculado (malversación de fondos públicos) tendía cada vez más a la probable destitución. 

Si bien la muerte cruzada reduce el mandato de Lasso y obliga a un adelanto de elecciones, también le permite expedir decretos ley de urgencia económica. Por lo pronto anunció que no tiene "planes de postularse" a los comicios, alegando irónicamente que “he escogido gobernar seis meses en el purgatorio, en lugar de dos años en el infierno”.

Lasso, ahora se considera una víctima de la persecución política, dice que “por haber atacado la corrupción y aumentado las incautaciones de droga”.

La sabiduría popular alega que “el cargo le quedó grande”. Ante la creciente ola de violencia en Ecuador,  una de las acciones gubernamentales fue permitir el porte de armas. Por lo que lejos de disminuir el crimen, desató una polémica en su contra. Sus vanos intentos por frenar el crimen organizado y la delincuencia no han funcionado ni con una decena de estados de excepción.

Ecuador cerró 2022 con una tasa de 25 homicidios por cada 100.000 habitantes. Asesinatos en espacios públicos a plena luz del día, asaltos a centros comerciales, agresiones con explosivos contra viviendas y centros comerciales. También abundan los secuestros, las extorsiones y atentados contra uniformados.

La pérdida de seguridad se hace más evidente en regiones de la costa pacífica, allí el auge de narcotraficantes y el poder de bandas criminales aumentan los homicidios y provoca más muertos en motines carcelarios. 

Para nada ha servido a Lasso la militarización de las calles, ni los toques de queda. La inseguridad crece. Todo esto sumado a graves problemas económicos para la mayoría de los ecuatorianos.

Ahora Lasso tiene la mirada puesta en su reemplazo. El país latinoamericano, de casi 16 millones de habitantes, tiene grandes reservas de petróleo estimadas (para 2022) en 8.300 millones de barriles. Está considerado el tercer país con mayor potencial del carburante en América Latina, después de Venezuela y Brasil. 

Según el cálculo, a Ecuador le tomaría 48 años agotar la reserva al ritmo actual de explotación. Igualmente, estiman grandes potenciales de gas natural. Ecuador es también el principal exportador de plátano -banano- en el mundo. También es uno de los principales exportadores de flores, camarones y cacao. 

Al mismo tiempo, Lasso lega una herencia difícil, porque hipotéticamente el próximo presidente debería recuperar a la nación andina del desastre social que le dejó.

La suerte de Ecuador no está escrita en las piedras, necesita de habilidad en la articulación a favor del pueblo, en medio del surrealismo latinoamericano plagado de golpes blandos, que con un frío cálculo impone regímenes autoritarios neoliberales y los ejemplos sobran.


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