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    Los puertorriqueños se han manifestado en la isla grande, en solidaridad con lo que sucedido en las dos islas municipio.

No se trata de un auto bloqueo de suministros a las islas municipios de Puerto Rico. Es un reclamo de atención al bloqueo naval gubernamental hacia esos pequeños territorios de Vieques y Culebra.

Enfrentando un mar picado bajo aguaceros, remaron por largas horas las mujeres puertorriqueñas. Montadas en tablas de playa (moribuguis) y kayaks, llevaron las protestas al mar de Culebra y Vieques, en reclamo digno, de un servicio de transportación marítima hacia las islas municipio de Puerto Rico.

Estaban listas desde la medianoche anterior. Todavía oscuro, se tiraron al mar a las 5 am en el área de los muelles Rompeolas, en la Bahía Mosquito de Vieques y en Isabel Segunda, en el barrio Esperanza. El objetivo era detener las embarcaciones. 

Se mantuvieron en el agua hasta las 8:30 de la mañana, momento en que lograron que la embarcación Cayo Blanco, que venía con pasajeros desde la terminal portuaria de Ceiba en la isla grande, no lograra atracar en el puerto de la isla nena. “Aunque FURA -Fuerzas Unidas de Rápida Acción- nos daba vueltas, con dos botes inmensos más fuertes que nuestros kayaks con la idea de intimidarnos, no desistimos”, dijo una participante. 

No se trata de un auto bloqueo de suministros a las islas municipios de Puerto Rico. Es un reclamo de atención al bloqueo naval gubernamental hacia esos pequeños territorios de Vieques y Culebra, señala la periodista Wilda Rodríguez.

“Llevamos una vida gritando y es una pena que tengamos que estar gritando para que se atienda el principal problema que tenemos los residentes de las islas municipio”, manifestó Andrea Malavé Bonilla, integrante del Colectivo Somos Más que 100 x 35, organización que reúne a líderes comunitarios de Vieques, y que alude con esas cifras a que viven puertorriqueños, más allá de la isla grande.

La transportación hacia las islas municipio de Vieques y Culebra, es solo un elemento de un fallo sistémico mucho más profundo, el abandono de sus pobladores y su limitada actividad económica.

Injusticias

Los puertorriqueños se han manifestado en la isla grande, en solidaridad con lo sucedido en las dos islas municipios, un completo abandono en cuanto a las responsabilidades del gobierno central para con sus habitantes. El desastre detona ahora en la tardanza de la llegada de suministros básicos. Las embarcaciones son escasas, obsoletas y se hace urgente la incorporación de nuevas lanchas, por lo que exigen viajes alineados a las necesidades de su población, terminales acondicionadas, no aumento de la tarifa de viaje para residentes y que las embarcaciones, pernocten en las islas de Vieques y Culebra, entre otras demandas.

Las residentes de Vieques aseguraron que la situación de la transportación marítima podría solucionarse, si se declara este como un servicio esencial, para que la Junta de Supervisión Fiscal -impuesta por el gobierno norteamericano a Puerto Rico- apruebe el presupuesto necesario para mantener un servicio de calidad. Igualmente reclaman que se cree una comisión de residentes de ambas islas, para que participe en todos los asuntos relacionados al transporte y exigen se reestructure la Autoridad de Transportación Marítima (ATM) en todos sus niveles. Otra trágica prueba de la condición colonial de Puerto Rico.

“Nuestros reclamos cayeron en oídos sordos. No da el tiempo para enumerar todo lo que hemos hecho, marchas, vigilias, piquetes, reuniones, “twitazos”, comunicados de prensa, cartas, manifestaciones en el agua y en la calle, pero ninguno de ellos fue suficiente para frenar la intención de delegar en otros, sin la debida planificación, a toda prisa, a toda costa y, lo peor, a puerta cerrada, un servicio tan esencial para los viequenses y culebrenses.”, señala la licenciada Pamela González Robinson del Colectivo Somos Más que 100 X 35, nombre que señala la medida de la isla grande y el reclamo de inclusión. 

“Acá estamos fastidiaos”, afirman los manifestantes. Por eso se tiraron al agua obstruyendo la llegada de una lancha y del ferry que también llevaba turistas priorizados, antes que los residentes. 

Como consecuencia de las manifestaciones, tres personas fueron arrestadas. María García Hiraldo y a Juan Davis, en la isla de Culebra. Ismanuel René Ramos Pérez, de Vieques, con la siguiente campaña de intimidación lanzada desde el mando central. A la vez, el gobernador Pedro Pierluisi, dice: “Reconocemos la falta de servicios sufrida por los residentes de Culebra y Vieques, y respetamos su derecho a la protesta. También hay que respetar el libre movimiento a las islas…” 

El senador del Movimiento Victoria Ciudadana, Rafael Bernabe, también cuestionó el afán de administraciones pasadas y presentes por privatizar los servicios públicos esenciales. “Se sigue impulsando una política de privatización que en nada beneficia al pueblo de Puerto Rico, que van a enriquecer a unas empresas que atacan los derechos de los trabajadores y que para nada garantizan los servicios que la gente necesita”, dijo. 

Ha sido una constante del gobierno actual el negar la participación ciudadana en procesos trascendentales para el país, precisó María de Lourdes Santiago Ríos, portavoz del Partido Independentista Puertorriqueño e insistió en que el contrato en cuestión fue aprobado de manera ilegal por lo que el mismo podría ser impugnado en los tribunales. “Hemos visto como una constante la ausencia de participación ciudadana en estos procesos. Los viequenses y culebrenses tienen que ser parte de cualquier proceso para diseñar o reestructurar el transporte marítimo y fueron completamente excluidos de una negociación que, mi impresión es que tiene visos de ilegalidad porque se autorizó por una Junta constituida ilegalmente. Ese contrato es impugnable”, sentenció Santiago Ríos.

Las declaraciones fueron expuestas en las vistas públicas que continuarán después de la Semana Santa, donde también depuso la doctora Betzaida Mackenzie, legisladora municipal de Vieques, quien leyó una corta ponencia en representación del alcalde, José Corcino y Lesly F. López. 

Cuenta una isla su historia

Vieques resonó más que las bombas que allí detonaban, cuando sus pobladores, juntos a los de la isla grande de Puerto Rico, hicieron salir de allí a la Marina de Guerra de los Estados Unidos en 2003. Hasta hoy, el gobierno federal estadounidense mantiene el control de todo el territorio a través del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre, aún sin descontaminar.

El daño ambiental en tierra y agua, ha generado, por sólo citar una consecuencia, el impreciso dato de más de un 30 % de la población, con padecimientos cancerosos y eso es mucho, en una comunidad de unos nueve mil habitantes.

Hasta ahora sólo hay estudios engañosos del verdadero impacto humano y ambiental, tras décadas de maniobras militares en la región. Mientras tanto los efectos continúan, como la falta de acción del Gobierno local y del federal para hacer justicia a los viequenses.

Es difícil creer que pronto se cumplirán 22 años desde que la Marina salió de Vieques. Aun el mundo recordará las imágenes de aquellos arrestos, las protestas de casi todos los sectores del país y aquellas marchas multitudinarias. Para muchos puertorriqueños, la lucha contra la Marina comenzó a principios de 1999, cuando una bomba mató al guardia de seguridad David Sanes. Sin embargo, había iniciado décadas antes por los pescadores de la Isla Nena.

Al respecto, el fallecido líder independentista Juan Mari Bras expresó: “Lo de Vieques comenzó cuando Estados Unidos decidió convertir a Puerto Rico en un bastión militar, en víspera de la Segunda Guerra Mundial. Cuando en 1947 regresó Pedro Albizu Campos del destierro, una de las primeras salidas que hizo fue para ir a Vieques”.

Señaló que Bolívar estuvo en Vieques y ese es un vínculo que une a Puerto Rico con todo el Caribe y América Latina. Recordó las ideas martianas de impedir que Estados Unidos se apoderara de las dos islas combatientes -Cuba y Puerto Rico- para que no cayera con más fuerza sobre la región. La concientización no se ha producido de la noche a la mañana, sino con la lucha de generación en generación, que ha provocado la convergencia de ese amplio espectro político puertorriqueño. Hay un reverdecimiento del espíritu nacional de Puerto Rico, dijo. “La lucha por Vieques vino en auxilio de la necesidad histórica de la descolonización de Puerto Rico”.

 

Vidas Viequenses Valen

“En el 1999, los viequenses solicitaron a la Agencia Federal para el Registro de Sustancias Tóxicas y Enfermedades (ATSDR) que evaluaran posibles vínculos de prácticas militares, con el perfil atípico observado allí de cáncer, hipertensión, diabetes y otras condiciones. Cuatro años después y ante un eventual desahucio militar, la ATSDR publicó evaluaciones concluyendo que se advertía una ausencia de vínculo entre lo militar, el deterioro ambiental y los daños a la salud, relata Arturo Massol Deyá, Presidente Fideicomiso de Casa Pueblo. 

Independientemente de la ATSDR, es indiscutible el historial del lugar. Se arrojaron más de 25,000 bombas al año y hay miles todavía en el suelo y en el lecho marino (entre el 5% y el 15% no detonan al caer, se oxidan y liberan tóxicos). Además la isla fue zona de investigación y práctica de armamentos como el napalm, balas revestidas con uranio y armas químicas. Sin embargo, todavía existe incertidumbre sobre todos los químicos utilizados allí por la negativa del Departamento de Defensa a proveer los datos. ¿Cómo concluir entonces que hay ausencia de riesgo cuando desconocemos a qué temer? ¿Y limpiar qué?, insiste el también Profesor UPR de Mayagüez.

Con la Marina fuera de Vieques, se detuvo la entrada de más tóxicos, no hubo más nubes de polvo, se produjo menos contaminación en la cadena alimentaria, entre otros síntomas de recuperación. ¿Suficiente para garantizar la seguridad de sus habitantes? No. Asevera Masol: “La severidad del daño requiere medidas de contención así como acciones remediales, las cuales no progresan adecuadamente. Por un lado se quema la vegetación con dispensas de la Junta de Calidad Ambiental, mientras detonan a campo abierto bombas con aval de la EPA, definiendo mal esta práctica como limpieza. Lo que este maquillaje representa es dispersión adicional de los contaminantes mientras nada se hace con las bombas en el lecho marino, aunque opciones sobran”

Lo intangible tiene un valor muy grande. Dice el artista boricua, Rene Pérez. “En nuestro caso, lo intangible son todos estos daños que han ocasionado los Estados Unidos a la isla. Un daño intangible sería el hacernos sentir que dependemos de ellos, por cien años ya. Llevan más de cien años haciéndonos sentir de esa manera, desde la escuela. Es un daño permanente que la gente no sabe que lo tiene o no lo reconoce. Estados Unidos le debe a Puerto Rico, no al revés”. 

Derechos humanos

Lo que sucede ahora mismo, ha sido declarado como una violación, por la Clínica de Humanos Internacionales de la Universidad de Santa Clara en California. 

“Los residentes enfermos, no saben si podrán llegar a sus citas médicas. Los estudiantes desconocen si llegarán a sus clases. Los comerciantes no saben si tendrán sus provisiones para el día, algunos residentes no llegarán a sus citas judiciales. Otros enfrentan retos de salud cuando sus medicamentos no llegan a tiempo. Independientemente de sus circunstancias personales, las vidas de los residentes de Vieques y Culebra, están marcadas en gran manera por los elementos tan impredecibles a gran escala, que amenazan sus vidas y sus derechos humanos”.

“La situación representa una serie de desafíos a los residentes, que afectan su disfrute de derechos humanos básicos, incluyendo los de acceso a la educación, cuidado de la salud y desarrollo económico sin discriminación”, indica el documento publicado en enero del 2020. En sus 62 páginas, resumen  la investigación de la Universidad de California, cuyos estudiantes observaron in situ, toda la catástrofe. 

Vieques refleja un 50 por ciento de su población en la pobreza, según el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico. Pero los números son engañosos, donde ni siquiera existe asistencia médica. Para atenderse en consultas especializadas en la isla grande, tienen que esperar citas médicas durante meses. Cuando les corresponde, entonces les falla el transporte marítimo. Qué decir de los pacientes de diálisis y tratamientos contra el cáncer. 

La prensa refleja cuando el alcalde de Vieques, José Corcino, cuando lanzó un llamado de auxilio porque las ambulancias de la isla no tenían gasolina. “Son casi 9,000 habitantes, de los cuales un puñado probablemente tenga recursos para recurrir al transporte aéreo, si fuese necesario, pero el resto ha vivido, y aún vive, la angustia de no saber cuándo volverán a faltarles artículos de primera necesidad. Lo peor es que llevan décadas atrapados en una red de promesas incumplidas por distintas administraciones del gobierno central”.

Culebra está en las mismas. Aunque con una población mucho menor, sufren por falta de lanchas, el desinterés de sucesivas administraciones que se han mostrado insensibles a sus problemas de abastecimiento, servicios médicos y transportación. 

Hoy Vieques no tiene hospital. Después del huracán María, en 2017, el alcalde decidió cerrar el Centro de Diagnóstico y Tratamiento de la isla municipio. Se conoce que la instalación tiene filtraciones y hongos en los conductos de aire acondicionado, entre otros problemas.

Por el momento, la población tiene que acudir al centro de diagnóstico y tratamiento CDT Las Marías Medical Center, ubicado en la isla grande.  Mientras tanto, el 12 de enero del 2020 falleció Jaideliz Moreno Ventura, de 13 años, en medio de reclamos de familiares de que la jovencita no recibió en Vieques, los servicios de emergencia necesarios para salvarla. El Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT) de Vieques, no tenía un ventilador mecánico que pudo haberla mantenido con vida.

“A nosotros, los viequenses, nos toca continuar esta lucha. Que no haya duda que, tal como hicieron nuestros padres y abuelos en la lucha contra la Marina, nosotros no descansaremos hasta obtener los resultados deseados. Iremos a donde haya que ir, haremos lo que haya que hacer”, agregó Alana, una jovencita de 14 años, en solidaridad con la niña muerta.

En Culebra sufrieron la experiencia de carecer de una simple ambulancia, no por falta de combustible, sino porque se había dañado la única que tenían.

Entonces solo les queda defender sus derechos. “Mi familia es de La Esperanza y fue militante en la lucha contra la Marina. En ese momento yo tenía 7 años y fue una escuela para mí el ver a tan corta edad cómo hacían desobediencia civil. Por eso, para mí tirarme al mar a parar a Cayo Blanco fue algo que había visto antes, mientras era una niña”, expresó por su parte, Lassus de Jesús.

“Ahora, a mis 27 años me toca a mí luchar y defender un pueblo, como aquellos que lucharon contra la Marina de Estados Unidos. Ahora es peor, porque nos toca luchar contra el gobierno de Puerto Rico, contra unos políticos que no son amigos del pueblo, que no representan al pueblo”, expresó la joven. “Nuestro reclamo es el del pueblo, por una transportación digna”, agregó la joven maestra de historia.

“Nos cambian los horarios y uno no puede llegar a tiempo”, sostuvo la agricultora que lidera un proyecto agrícola en el barrio Luján y es co portavoz de la organización Colmena Cimarrona. Chamblin Solero recalcó que “la manifestación busca levantar la voz de auxilio ante el sinfín de atropellos de ATM para llegar a nuestros hogares”. “Como se sabe, para muchos servicios tenemos que llegar a Isla Grande, como para diálisis o hacer compras, pero muchas veces no podemos regresar y hay quienes no tienen dónde pernoctar en Isla Grande. “Es una situación bien difícil para los que dependemos de este servicio”. 

“Muchos van a comprar carnes a Isla Grande y tienen que traerlas en neveras con hielo, y con todo esto se dañan. Entonces, todo lleno, no hay boletos, le dan prioridad a los turistas. Necesitamos que se le dé prioridad a los residentes”. “Eso no quiere decir que no van a seguir las manifestaciones, porque van a continuar en próximos días, hasta que tengamos un servicio digno”, exigió. “Le pedimos a ATM que cumpla y brinde el servicio”, afirmó, al advertir que de lo contrario “Nos veremos en el agua nuevamente... resistencia”.

“Decía mi viejo - líder viequense, recientemente fallecido, Carlos “Taso” Zenón- que este país estaría de pie cuando nuestros jóvenes así lo decidieron, sus nuevas ideas, su apertura al escuchar, su energía física y su agilidad mental serían la herramienta de la victoria. Hoy me convencí de que una vez más tenía la razón”. Afirma Yabureibo  Zenón-Encarnación. “Mi país está de pie dando la batalla, una lucha que ganaremos, porque el sistema se metió con la generación que no se deja ¿Alguna duda?”.


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