Transportistas en Ecuador siguen de paro por el alza del diésel

Conductores de ómnibus urbanos de Guayaquil, ciudad portuaria de Ecuador, encabezaron hoy el séptimo día de paro parcial, a causa del alza del valor del precio de combustibles, en especial el diésel.

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Hace siete días, los choferes solo trabajaban desde las 04H00 horas (00H00 GMT) hasta máximo las 14H00 (10H00 GMT), hora local, para luego estacionar sus buses. Tras los estacionamientos, la ciudadanía solo podía trasladarse por camionetas o taxis.

De acuerdo con los transportistas, no es rentable mantener el trabajo a tiempo completo, debido al aumento en un 49 por ciento valor del diésel.

Este jueves, los representantes del gremio que incluye varios tipos de transporte como el escolar, el urbano e interprovincial, se reunieron con representantes de la Central Unitaria de Trabajadores para llamar al diálogo urgente con el Gobierno.

Como resultado del encuentro, firmaron un acuerdo de unidad para impulsar medidas de diálogo con autoridades, para que “alivien” la situación del transporte sin perjudicar el presupuesto de los usuarios.

Según el presidente de la Federación de Transporte Terrestre de Pichincha (Fettepi), Carlos Brunis, el gremio plantea focalizar el precio del combustible, incluir en el plan de vacunación de los transportistas, revisar las reformas a la Ley Orgánica de Trasporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, entre otras propuestas.

El Municipio, ante la falta del servicio, reforzó con expresos escolares, mas no son suficientes en horarios pico como la salida de los centros laborales en horario de oficina. En las calles persiste el malestar por las aglomeraciones en el transporte terrestre como el de la Metrovía.

Por su parte, la ciudadanía utiliza otras alternativas como furgonetas, camionetas y camiones, en la mayoría de los casos sin tener en cuenta el cumplimiento de medidas sanitarias establecidas para evitar la propagación de la Covid-19.

Antes de la paralización en Guayaquil, otras acciones similares sucedieron en Quito, encabezadas por conductores de carga pesada, taxis, ómnibus escolares e interinstitucionales. Esas acciones también demandaban el subsidio a la gasolina y el diésel, cuyos precios se liberaron con el Decreto Ejecutivo de 2020.