Los oradores pretendieron llevar a los votantes la supuesta disyuntiva entre apoyar a Trump o lanzar el país al abismo.
De “fatalista” y contraria a las costumbres califica la prensa estadounidense la Convención Republicana, celebrada en ese país durante esta semana, en la que se ratificó al actual mandatario Donald Trump como candidato del partido a las elecciones generales de noviembre próximo.
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Gran polémica han despertado varias cuestiones que, según analistas, rayan con lo ilegal, como es el uso del emblema presidencial por la primera dama, Melania Trump, al hacer uso de la palabra; la intervención del secretario de Estado, Mike Pompeo, desde Israel, donde cumple misión oficial, o el uso por el mandatario de imágenes donde se le ve realizando funciones de Estado.
Trump said he would stand with working families,
— Bernie Sanders (@BernieSanders) August 25, 2020
he said he would “drain the swamp,”
he said he’d provide health care to everybody,
he said he’d protect Medicare and Social Security.
You can see now that he is a fraud and he lied to all of us. pic.twitter.com/eonLbBhPoY
Y es que las leyes nacionales prohíben el uso de recursos e instalaciones ejecutivas para acciones de campaña. En contraposición, Trump no sólo realizó actividades en la Casa Blanca, sino que dará allí su discurso de aceptación como candidato.
¿Cuáles fueron las principales particularidades de la reunión?
Un denominador común, prácticamente en todas las intervenciones, fue la de calificar a la fórmula del Partido Demócrata como “socialistas”, así como vincular el programa de Gobierno que proponen con la “instauración del socialismo”.
When Trump says "America will never become a socialist country," remember: his New York real estate empire would be worth nothing without $885 million in government grants, subsidies and tax breaks. Trump l-o-v-e-s corporate socialism for himself, rugged capitalism for the rest.
— Bernie Sanders (@BernieSanders) August 26, 2020
Las declaraciones, hechas al estilo usado durante la era del mackartismo, se dirigieron a exacerbar el rechazo e incluso temor al socialismo o comunismo, asociándolo con los planteamientos de rescate de medidas de justicia social de la que se habló en la Convención Demócrata.
En medio de las protestas que desde hace meses se suceden en Estados Unidos contra el racismo, particularmente en torno a la policía, que se desencadenaron con la muerte de George Floyd y que actualmente se relacionan con la agresión a Jacob Blake, los oradores se concentraron en negarlo.
A tal fin, el partido convocó a militantes afroestadounidenses, como la candidata al congreso Kim Klacic, el legislador Tim Scott , ambos de raza negra, y la exgobernadora y exdiplomática Nikki Haley, de ascendencia hindú.
Los tres coincidieron en negar que desde las altas esferas del Gobierno se apoyaran las prácticas discriminatorias, poniéndose a sí mismos como ejemplos de la superación de personas pertenecientes a minorías étnicas.
Once again, a Black man — Jacob Blake — was shot by the police. In front of his children. It makes me sick.
— Joe Biden (@JoeBiden) August 26, 2020
Is this the country we want to be?
Needless violence won’t heal us. We need to end the violence — and peacefully come together to demand justice. pic.twitter.com/WdNqrxA3PK
Sin embargo, no hicieron referencia a los reiterados mensajes del presidente Donald Trump, en particular a través de Twitter, apoyando las acciones violentas de la fuerza pública. Tampoco tocaron analizaron el fenómeno de la violencia policial, que se manifiesta a escala nacional, con particular incidencia sobre los afroestadounidenses, según cifras oficiales.
Al propio tiempo, los organizadores invitaron a hablar en la convención a Mark y Patricia McCloskey, conocidos por haber apuntado con sus armas de fuego contra manifestantes durante las protestas de Black Lives Matter, quienes entraron al barrio donde ellos viven en la ciudad de San Luis.
A despecho de las cifras de contagios y muertes, los oradores en la convención se enfocaron en destacar el “buen” manejo de la pandemia por parte del presidente Trump.
Con ese objetivo, los organizadores prepararon un video del mandatario conversando con trabajadores de la primera línea de enfrentamiento, quienes se dedicaron a elogiar las medidas adoptadas por el Ejecutivo para hacer frente a la emergencia.
Trump minimized the seriousness of the coronavirus crisis.
— Kamala Harris (@KamalaHarris) August 27, 2020
He muzzled public health experts.
And misled the American people.
Now we’re all paying the price for his failed leadership.
No obstante, la prensa local asegura que las encuestas más recientes dan fe de la desaprobación popular sobre la gestión de Trump ante la Covid-19.
Otro de los ejes de las intervenciones fue la de demeritar al Partido Demócrata, particularmente al candidato presidencial Joe Biden, argumentando que no podrán garantizar los modos de vida de larga data en la sociedad estadounidense.
Remember: A year after Trump's tax plan was signed into law, 91 corporations paid nothing in federal incomes taxes after making billions in profits, including:
— Bernie Sanders (@BernieSanders) August 25, 2020
Amazon
Netflix
General Motors
Chevron
FedEx
Eli Lilly
Starbucks
Whirlpool
Trump's tax plan was a giveaway to the rich.
La defensa de valores religiosos, la visualidad de Estados Unidos como la “tierra prometida”, la postura fuerte frente a la comunidad internacional, en especial ante China, sólo podrán lograrse con Trump en el poder, al decir de los discursantes, entre los que se contó el hijo mayor del actual mandatario.
Al propio tiempo, tildaron a Biden de “débil”, a quien consideraron como una amenaza a la libertad de pensamiento y de expresión.