Denuncian presiones de Italia a Panamá contra barco Aquarius

Las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) SOS Mediterranee y Médicos Sin Fronteras (MDF) denunciaron este domingo las presiones del Gobierno de Italia hacia Panamá para que retirase la bandera del barco de búsqueda y rescate Aquarius. 

A través de un comunicado las organizaciones aseveraron que el anuncio de la Autoridad Marítima de Panamá (PMA) bajo "descarada presión económica y política del Gobierno italiano" condena a cientos de hombres, mujeres y niños que están desesperados por no alcanzar lo que seguramente se convertirá en una tumba acuática". 

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Asimismo, exigieron a los Gobiernos europeos que permitan que el Aquarius continúe su misión, "al afirmar a las autoridades panameñas que las amenazas hechas por Italia son infundadas, o al emitir inmediatamente una nueva bandera bajo la cual el barco puede navegar". 

"SOS Mediterranee y MSF denuncian enérgicamente las acciones como una prueba más de la medida en que el Gobierno italiano está dispuesto a ir, sabiendo que la única consecuencia es que la gente seguirá muriendo en el mar y que no habrá testigos presentes para contar los muertos", afirma el documento.

Este sábado el equipo del Aquarius recibió una notificación oficial de las autoridades panameñas aseverando que las autoridades italianas habían instado a la PMA a tomar "medidas inmediatas" contras el buque humanitario, ya que el trabajo de este implicaba "un problema político contra el Gobierno panameño y la flota panameña que llega al puerto europeo".

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"El mensaje llegó a pesar del hecho que Aquarius cumple con todos los estándares marítimos y cumple con rigurosas especificaciones técnicas según lo exige la bandera de Panamá", especifica el escrito. 

El buque humanitario que recorre el Mediterráneo central buscando inmigrantes varados, se había reincorporado esta semana a sus actividades luego de una parada forzosa de 19 días a falta de una bandera. 

Solo esta semana logró auxiliar a 58 inmigrantes, evitando que murieran ahogados en las aguas del Mediterráneo, donde no hay "testigos presentes para contar los muertos", sentencian las organizaciones.