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El Gobierno de Brasil pagó por las vacunas de Covaxin más que por cualquier otro fármaco que adquirió para combatir la Covid-19.

El Gobierno de Brasil pagó por las vacunas de Covaxin más que por cualquier otro fármaco que adquirió para combatir la Covid-19. | Foto: SELA

Publicado 25 junio 2021



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En la jornada del viernes comparecen funcionarios del Ministerio de Salud encargados de la compra de vacunas anticovid.

La Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) del Senado brasileño debate e investiga durante este viernes las sospechas en relación con el presunto sobreprecio en la compra de la vacuna Covaxin a los laboratorios a Bharat Biotech.

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El contencioso se produce tras conocerse que la compra de Covaxin a Bharat Biotech estaría alrededor de los 17 dólares, siendo la más cara de las adquiridas por el Gobierno de Jair Bolsonaro.

De igual manera, trascendió entre otros aspectos, la prioridad dada a la vacuna de Bharat Biotech por encima de otras empresas, lo cual terminó en lo que los senadores describieron como "apresurada" concesión de la autorización para uso emergencial de la vacuna Covaxin.

De acuerdo al vicepresidente de la CPI, el senador Randolfe Rodríguez, los hechos colocan en el centro de los hechos al presidente Jair Bolsonaro. Por su parte, el diputado Luis Miranda afirmó que, como defensor e inspector del dinero público, llamó la atención del presidente Jair Bolsonaro, sobre posibles irregularidades en la compra de la vacuna anticovid-19 india Covaxin.

La CPI trata de encontrar las razones que supuestamente motivaron presiones desde el Gobierno federal para la compra preferente de la vacuna producida por la empresa india, y citaron irregularidades en el proceso de licitación y compra de vacunas.

El debate en la comisión estuvo signado por las continuas interrupciones entre los senadores tanto del oficialismo como de la oposición. Según Pedro Hallal, epidemiólogo e investigador de la Universidad Federal de Pelotas, quien también declaró en la CPI, la demora en la compra de las vacunas Pfizer y Coronavac, relegadas por la prioridad dada a Covaxin, resultó en 95.500 muertes que pudieron evitarse. 


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