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La madre y otros familiares de Facundo Astudillo Castro continúan exigiendo que le digan la verdad respecto al paradero de su hijo.

La madre y otros familiares de Facundo Astudillo Castro continúan exigiendo que le digan la verdad respecto al paradero de su hijo. | Foto: Diario Mendoza Sur

Publicado 11 agosto 2020



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El joven argentino, de 22 años de edad, lleva más de 100 días desaparecido.

La familia de Facundo Astudillo Castro, desaparecido el 30 de abril en Argentina, denunció este lunes nuevas irregularidades encontradas durante la indagación para conocer su paradero, lo cual los mueve a pensar que se trataría de un caso de desaparición forzosa donde existiría encubrimiento de la responsabilidad policial.

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En la referida fecha, el joven salió de su hogar en el poblado de Pedro Luro (provincia de Buenos Aires) con la intención de realizar un viaje por autostop hasta la ciudad de Villa Blanca, distantes poco más de 120 kilómetros, en la misma provincia, para ver a su novia. La aplicación del decreto de aislamiento en el país debido a la pandemia de la Covid-19 provocó que varios agentes policiales lo detuvieran en dos momentos de su viaje.

Reveló la familia que ese día, pasadas las ocho de la noche, un amigo y compañero de trabajo del joven recibió un extraño mensaje en su móvil. "Diría que no fue escrito por él", sostiene ese amigo, quien agregó que Facundo nunca utilizaba ese medio para comunicarse con él. Además, la activación del teléfono celular fue captada por las antenas de Bahía Blanca, lo cual es interpretado por la familia como un factor de encubrimiento.

 

Otro aspecto relevante para sus allegados es que la información de los teléfonos celulares de los policías que detuvieron al joven el 30 de abril no fue entregada en forma voluntaria. De hecho, todos los mensajes entre ellos y sus jefes fueron eliminados.

Además, las transcripciones de los diálogos entre los agentes bonaerenses Jana Jennifer Curuhinca y Mario Gabriel Sosa (pareja que realizó la detención inicial de Facundo), obtenidas mediante el sistema de análisis UFED, son parciales porque más del 80 por ciento de los audios e imágenes fueron borradas. Incluso, Curuhinca también quiso borrar todo registro de sus llamadas entrantes y salientes.

 

A juicio de los familiares, llama la atención que una de las oficiales policiales desactivó el WhatsApp el 8 de mayo. Se trata de Siomara Flores, medio hermana de Curuhinca, quien manifestó haber recogido a Facundo en la comunidad de Mayor Buratovich y haberlo dejado en otro sitio conocido como Teniente Origone, en un horario que coincide con una llamada que este realizó a su madre.

La familia considera que dicha agente miente. De acuerdo con la madre, Cristina Castro, no hay señal de celular en el tramo de carretera donde esa agente dice haber dejado al joven, recalcó.

A partir de estos y otros elementos, la familia considera que se trata de un caso de desaparición forzosa y encubrimiento de la responsabilidad policial. A tono con ello, su abogado, Leandro Aparicio, ha manifestado a diversos medios que se ha de investigar la hipótesis del encubrimiento.


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