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El discurso del mandatario estadounidense ha reflejado el interés de una clase política ávida de poder y ganancia.

El discurso del mandatario estadounidense ha reflejado el interés de una clase política ávida de poder y ganancia. | Foto: Deustche Welle

Publicado 17 octubre 2020



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¿Qué prometió el presidente estadounidense Donald Trump para su período presidencial 2017-2021?

Estados Unidos (EE.UU.) se aproxima a sus elecciones presidenciales, previstas para el 3 de noviembre, en medio de un gran forcejeo de los candidatos para inclinar la balanza a favor de uno de los dos principales partidos políticos de ese país.

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Al acercarse la fecha de las próximas elecciones, es  inevitable hacerse la pregunta de cuáles fueron las principales promesas que hizo a los votantes el aspirante republicano y actual mandatario Donald Trump durante el ciclo electoral anterior, cuáles fueron cumplidas y cuáles quedaron sobre el papel. 

Situación de la economía

Crecimiento económico: Algunos expertos consideraron que la llegada a la Presidencia de un hombre de negocios se traduciría en mejor gestión y crecimientos en el entorno 3.5-4 por ciento. Sin embargo, el Producto Interno Bruto (PIB) creció 2.4 por ciento en el primer año de su administración, 2.9 por ciento en 2018 y 2.3 por ciento en 2019, y según analistas no se comportó de la manera acelerada que Trump auguró.

Deuda federal: La reducción de este índice fue una de las primeras promesas del actual mandatario. Primero manifestó que reduciría la deuda de 18 billones que tenía el país, y más tarde prometió equilibrar el presupuesto y pagar la deuda nacional.

Sin embargo, el déficit presupuestario aumentó 19 por ciento en los primeros cuatro meses de 2020 respecto a ese periodo de 2019 y la deuda nacional sobrepasa ya los 23 billones de dólares.

 

 

Impuestos: Al criticar a los demócratas, Trump prometió que subiría los impuestos para los más ricos, pero su reforma fiscal fluyó en sentido opuesto: bajaron los impuestos para los más acaudalados.

Desempleo: El inquilino de la Casa Blanca prometió durante la campaña un agresivo programa de infraestructura, aunque el Congreso no aprobó los fondos esperados por él.

Pese a ello, el país tuvo estabilidad en la generación de puestos de trabajo y en septiembre de 2019 la tasa de cesantes llegó a 3.5 por ciento, el registro más bajo desde diciembre de 1969.

En numerosas oportunidades, la oposición aclaró que la estabilidad obedecía a las condiciones en que el demócrata Barack Obama había entregado la economía a su sucesor.

El panorama sufrió un giro brusco en el primer semestre del 2020: en el contexto de la crisis generada por la pandemia de coronavirus, más de 51 millones de personas perdieron su trabajo, divulgó en julio pasado el Departamento de Trabajo de ese país.

 

Batallas políticas y salud

En varias oportunidades Trump manifestó que tenía intención de revocar el Obamacare, ley sanitaria aprobada en 2010 durante el mandato de Obama, que prevé seguro de salud para los estadounidenses.

El actual mandatario expresó que deseaba sustituirla por algo mejor y más barato, y en julio de 2017 presentó ante el Congreso una ley alternativa, pero debió retirarla debido a la falta de apoyo y las numerosas críticas que esta recibió.

Durante la campaña, Trump reiteradamente se declaró antiaborto en sentido general y dijo que, de ser electo, intentaría colocar en la Corte Suprema a jueces conservadores, con la intención de revocar el histórico fallo que en 1973 legalizó el aborto inducido en EE.UU.

En ese sentido, Trump ya completó la maniobra con dos jueces: primero, Neil Gorsuch, en abril de 2017, y en septiembre pasado la jueza Amy Coney Barrett. Estos nombramientos guardan vinculación con la esfera de la salud, pero sobre todo con proyecciones de política interna.

 

En los meses recientes EE.UU. ha vivido una dramática situación a partir de la crisis sanitaria de la Covid-19. La pandemia ha sido reiteradamente minimizada por la actual Administración, que nunca lideró un esfuerzo nacional para hacerle frente.

Incluso, Trump aún trata de explotar de manera ventajosa, con fines electorales, un escenario de caos, alegando que no han manejado mal la pandemia porque, según estimaciones, el país tendría muchas más muertes por coronavirus.

Las consecuencias de esa subestimación y desprecio se reflejan en las cifras de 8.288.278 contagiados y 223.644 muertes. Según Noam Chomsky, Trump le ha dado la espalda a la ciencia y ha priorizado la ganancia corporativa, en lugar de la salud de EE.UU., desde que asumió la Presidencia.

Manejo de temas migratorios

El Muro en la frontera con México: Durante la campaña, el Presidente número 45 de EE.UU. se refirió a la urgencia de frenar la inmigración ilegal y poner coto a los inmigrantes ilegales en Estados Unidos, una línea de discurso que le atrajo votos de la derecha.

A partir de su ofensiva en este tema manifestó la idea de construir un muro en la frontera con México, que según dijo, se pagaría con fondos de este país. Actualmente el muro de 2.000 millas de extensión se está construyendo, pero con fondos millonarios que Trump ha estado desviando de proyectos de construcción militar y de los programas de luchas antidrogas.

 

 

En lo tocante a inmigrantes que ingresan a EE.UU. por la frontera mexicana, durante su administración se ha aplicado la política tolerancia cero y separación de familias. Bajo estos criterios, las autoridades federales separan a los niños de sus padres, detienen y enjuician a estos últimos y colocan a los menores bajo supervisión del Departamento de Salud y Servicios Humanos.

Inmigrantes de países musulmanes: En enero de 2017, Trump firmó un decreto para prohibir temporalmente la entrada al país de personas de siete países de mayoría musulmana, y con carácter permanente a refugiados de Siria.

Este documento fue declarado inconstitucional en los tribunales durante dos ocasiones, aunque finalmente se aprobó por la Corte Suprema (incluyó seis países: Chad, Irán, Libia, Somalia, Siria y Yemen).

Expulsión de los inmigrantes indocumentados: Este fue un tema recurrente en los discursos de campaña. En numerosas ocasiones Trump se refirió a la posibilidad de expulsarlos en su totalidad (se estiman que se trata de más de 11 millones).

Con posterioridad, en diferentes intervenciones públicas redujo las cifras a dos o tres millones de deportaciones, las cuales llegaron a 256.000 en el año fiscal 2018.

 

 

A mediados de este año el mandatario intentó cancelar el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (conocido como DACA), que permite a más de 700.000 de estos migrantes, conocidos como Dreamers, permanecer legalmente en EE.UU..

Reducción de la cantidad de refugiados: Se considera que, desde su llegada a la Casa Blanca, Trump ha reducido el número de refugiados autorizados a ingresar al país en más del 80 por ciento.

En este año fiscal, fueron admitidos poco más de 10.800 refugiados antes de que el programa se suspendiera por la Covid-19. La cifra prevista para 2020 ascendía a 18.000 y semanas atrás el Departamento de Estado notificó al Congreso que durante 2021 solamente se aceptarán 15.000 refugiados.


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