El papa pide perdón por los abusos sexuales cometidos por representantes de la iglesia en Irlanda y asegura que está comprometido con trabajar para que se haga justicia.
En la celebración eclesiástica que congrega a miles de familias en el Parque Fénix de Irlanda, el sumo pontífice pidió perdón por los abusos sexuales cometidos por los sacerdotes, por las instituciones religiosas y por la jerarquía de la Iglesia en dicho país.
Previo a iniciarse el Encuentro Mundial de Familias el papa procedió a leer un escrito donde lamentaba estos hechos cometidos y explicó que el pasado sábado 25 de agosto se reunió con ocho víctimas que sobrevivieron a estos hechos y que por ello quería "poner delante de la misericordia del Señor estos crímenes y pedir perdón por ellos".
"Pedimos perdón por los pasos de explotación laboral a los que fueron sometidos tantos menores", añadió.
El máximo representante de la Iglesia católica señaló que se disculpaba "por las veces que como Iglesia no hemos brindado a los supervivientes la comprensión, búsqueda de justicia y verdad con acciones concretas".
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También pidió perdón por los "miembros de la jerarquía no se hicieron cargo de estas situaciones dolorosas y guardaron silencio".
El sumo pontífice hizo alusión a los casos de las madres a quienes arrebataron sus hijos en las instituciones religiosas para darlos a otras familias.
"Pedimos perdón por los chicos que fueron alejados de sus madres y por todas aquellas veces en las que se decía a madres solteras que trataron de buscar a sus hijos o a los hijos que buscaban a sus madres, que era pecado mortal, no lo era, es el cuarto mandamiento (Honrarás a tu padre y a tu madre)".
"Señor mantenga en acreciente estado de vergüenza y construcción y nos dé la fuerza para comprometernos para trabajar que nunca más suceda y se haga justicia", rogó el papa.