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La estrategia persigue que el Gobierno de Alberto Fernández liberalice las exportaciones de maíz, aún en el escenario de pandemia.
Tres entidades agrarias opuestas a las políticas del Gobierno argentino que encabeza Alberto fernández, integradas en la llamada “Mesa de Enlace”, apoyados por la opositora alianza Cambiemos, comenzaron este lunes un paro de actividades por 72 horas en la comercialización de granos.
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La "Mesa de Enlace" es la misma que realizó un paro golpista contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner entre marzo y julio de 2008.
En este caso la Mesa de Enlace está constituida por la Sociedad Rural, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Federación Agraria, aunque no acompaña Coninagro.
Los dirigentes del paro patronal sostienen que el Gobierno tiene decidido bajar los precios internos del maíz, entre otras maniobras especulativas tratando de justificar las limitaciones impuestas a la exportación de ese producto. Argumentan que no está muy claro para ellos el cupo de 30.000 toneladas de exportación diarias, aunque se conoce que no hay límites oficiales.
Otro argumento es que no quieren que vuelvan los registros de exportación que se impusieron durante el Gobierno de Fernández de Kircner en función de defender que no se desabasteciera el mercado interno.
El derechista expresidente Mauricio Macri, antecesor de Alberto Fernández, prácticamente favoreció a las grandes empresas del campo, a sus amigos empresarios y en especial a la Sociedad Rural. Ahora las patronales en paro, que se ve muy deslucido con respecto al anterior, no aceptan ningún “intervencionismo del Estado” como llaman a cualquier medida tomada en favor de la población.
“El Estado podría participar en la accesibilidad de los precios para el consumo de otra manera, por ejemplo poniendo menos impuestos, bajando las retenciones”, sostuvo Matías de Velazco, titular de CRA y lo que piden es eliminar totalmente los impuestos
Se trata de la vieja lucha de los “dueños de la tierra” que en este momento aprovechan la grave crisis, sin atender ningún tipo de participación solidaria y por continuar con las enormes ganancias de los últimos años.
Se han registrado algunos grupos acampando en algunas carreteras en el interior del país, donde mediante fotografías y otros controles ilegales, intentan conocer quienes han cargado granos y las cooperativas que están trabajando, lo que podría llevar a formas de extorsión y amenazas contra quienes no aceptaron el paro.
