ONU alerta sobre escalada violenta sin precedentes en Yemen

El enviado especial del secretario general de la Organización de Naciones Unidas, António Guterres, para Yemen, Hans Grundberg, alertó este martes sobre la ola de violencia que sucede en Yemen, la que calificó como “la peor en años” y denunció el deterioro de la situación humanitaria.

LEA TAMBIÉN:

Arabia Saudita ataca aeropuerto internacional de Yemen

Según Grundberg, los ataques aéreos en Saná han acabado con vidas civiles y daños a la infraestructura no militar y en las zonas residenciales, al tiempo que en Marib persiste una ofensiva por la cual cerca de 35.000 personas han terminado desplazadas desde septiembre.

“Los incesantes ataques con misiles contra la gobernación están causando víctimas civiles, daños a bienes civiles y desplazamientos masivos”, precisó el diplomático.

En su opinión, el aumento de la escalada violenta debilita la posibilidad de alcanzar un acuerdo político sostenible en el país, algo que deploró de manera enérgica.

El enviado especial también manifestó su preocupación por los ataques contra Arabia Saudí, que han provocado víctimas civiles y destruido infraestructura.

A su vez, advirtió sobre que “cualquier ataque contra civiles y bienes de carácter civil, así como los ataques indiscriminados por parte de cualquier actor, es una violación flagrante del Derecho Internacional Humanitario y debe cesar de inmediato”.

Toda esta situación está provocando que 2021 cierre “con una nota trágica para los yemeníes, millones de los cuales están luchando contra la pobreza, el hambre y las severas restricciones a su libertad de movimiento”.

Grundberg ha llamado a las Naciones Unidas para abrir el aeropuerto de Saná y eliminar los obstáculos que dificulten la capacidad de los yemeníes para moverse por el país y ha manifestado su disposición para trabajar con las partes para “encontrar soluciones inmediatas, abordar las necesidades humanitarias urgentes y permitir un proceso político”.

De igual forma, la directora general de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y la alta comisionada para los Derechos Humanos, Audrey Azoulay y Michele Bachelet, respectivamente, han mostrado su “profunda preocupación” por el bienestar de dos integrantes del personal que fue detenido en Saná a comienzos de noviembre.

Las representantes de la ONU han confirmado que no han recibido comunicación con su personal desde que fueron secuestrados, al tiempo que tampoco han recibido información alguna sobre los motivos de su detención.

Ambas diplomáticas ha solicitado nuevamente su liberación inmediata mediante un comunicado donde recordaron que en virtud del derecho internacional, su personal goza de privilegios e inmunidades.